Un satélite mexicano se desintegra en la atmósfera tras fallar su puesta en órbita
- Debía ofrecer servicios de telecomunicaciones para México y Sudamérica
- Las causas se están investigando, según la agencia rusa Roscosmos
El satélite de comunicaciones mexicano Centenario se ha desintegrado en la atmósfera horas después de su lanzamiento desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán), informa la agencia espacial rusa, Roscosmos.
"El accidente ocurrió a una altura de 161 kilómetros. La tercera etapa del bloque propulsor y el aparato espacial se han desintegrado casi completamente en la atmósfera", señala la agencia en un comunicado.
El satélite Mexsat-1, que debía ofrecer servicios de telecomunicaciones para México y parte de América Latina, no pudo separarse de la tercera fase del cohete portador Protón-M, de lo que ya ha sido informado el presidente ruso, Vladímir Putin.
"Por el momento, no hemos registrado la caída de los fragmentos que no se hayan quemado", agrega la fuente, que precisa que el satélite estaba asegurado. Fuentes recogidas por Reuters han asegurado que se ha estrellado en Siberia.
Investigan las causas
Roscosmos ha creado una comisión de investigación para esclarecer las circunstancias del fallo, mientras las autoridades enviarán helicópteros a la región de lago Baikal, donde los residentes creyeron oír una fuerte explosión.
El lanzamiento, que debía haber puesto el aparato en órbita geoestacionaria a 113 grados de longitud oeste, tuvo lugar a las 00.47 del sábado (hora local del centro de México, 05.47 GMT) y fue transmitido en directo.
El lanzamiento del Centenario estaba previsto en un primer momento para el pasado 29 de abril, pero fue pospuesto a petición de Boeing Satellite Systems International.
El satélite mexicano tenía una vida útil de 15 años, una antena de 26 metros de diámetro y debía estar en pleno funcionamiento unos 10 meses después de ser lanzado.
Tres fallos en pocos días
Se trata del segundo fallo en el programa espacial ruso en las últimas 24 horas, después de que no se pudieran activar los motores del carguero espacial Progress que debía corregir la orbita de la Estación Espacial Internacional.
Además, el pasado 28 de abril, otro fallo provocó la destrucción de otra nave de carga Progress que llevaba alimentos y oxígeno para los inquilinos de la plataforma orbital.