Dos combatientes capturados en el este de Ucrania reconocen ser soldados rusos en activo
- Los detenidos han confesado a la OSCE su condición de espías militares
- Parece la prueba más evidente del apoyo militar ruso a los rebeldes
Dos rusos capturados en el este de Ucrania han admitido a observadores de la OSCE que son militares rusos en activo, según ha informado esta organización que media entre las partes en este conflicto.
Kiev informó de la detención de los dos oficiales el pasado domingo en combates en torno a la ciudad de Schastie, en la región de Lugansk, y los miembros de la misión de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa los han podido visitar este jueves en un hospital de Kiev sin presencia de las autoridades ucranianas.
En un comunicado que cita AFP los observadores relatan que los detenidos les han confesado ser militares en activo, lo que contradice la versión del Kremlin, que ha reiterado que no hay soldados rusos en ese país vecino. Con todo, parece la prueba más evidente hasta ahora del apoyo militar ruso a los rebeldes.
Por su parte, el ministerio de Defensa ruso reconoció que los dos detenidos son ciudadanos de ese país, pero aseguró que "en el momento de su detención, el 17 de mayo, ya no eran militares en activo de las Fuerzas Armadas rusas", informa Efe.
El capitán Yevgueni Yeroféyev y el sargento Alexánder Alexándrov confesaron ante una cámara ser oficiales en activo del GRU (inteligencia militar rusa) que cumplían una misión de reconocimiento desde el pasado mes de abril, según Kiev. "Nuestras órdenes eran vigilar a las unidades del enemigo en la primera línea", reveló Yeroféuev.
Recrudecimiento de las hostilidades
"La agresión rusa quedó al descubierto ante todo el mundo estos días, cuando militares ucranianos detuvieron a dos efectivos de las fuerzas especiales rusas, miembros de las tropas regulares de Rusia", dijo el miércoles el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, al tiempo que los detenidos fueron formalmente imputados por “terrorismo”.
A pesar de que hace tres meses entró en vigor un alto el fuego, las escaramuzas se han recrudecido en las últimas semanas en varias zonas del frente a lo largo del este de Ucrania, escenario de un conflicto armado entre los separatistas prorrusos y las fuerzas progubernamentales que se prolonga desde hace más de un año, poco después del cambio de régimen en Kiev.
Aunque la tregua se cumple en términos generales, continúan los enfrentamientos con armas ligeras, de los que las partes en conflicto se acusan mutuamente.
Según los últimos datos de la ONU, más de 6.200 personas, entre combatientes y civiles, han perdido la vida en el conflicto y más de 14.000 han resultado heridas.