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Acaba Cannes con una cosecha insípida, incluso para el cine francés

  • Ha habido películas de gran calidad pero ninguna ha alcanzado el grado de evento
  • Este domingo se conoce el palmarés del Festival de Cannes 2015

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Ya se acaba el Cannes menos emocionante al que he acudido.

Este festival siempre tuvo la habilidad de excitar a periodistas cinéfilos porque aquí encontraba uno películas recién salidas del horno que sabías inmediatamente que iban a influenciar en el discurrir de la historia del cine de una manera u otra, o al menos que resultaban muy estimulantes por su creatividad, por su originalidad o por su desfachatez. Me vienen a la mente, así a bote pronto, películas como la gloriosa Holy Motors, Post Tenebras Lux, Uncle Boonme, Leviathan, Winter Sleep, Mr. Tuner, No, Lawrence anyways, Zodiac, 4 meses, 3 semanas y 2 días, la luz silenciosa, Perépolis, El abogado del terror, rRelatos salvajes y un largísimo etcétera…

Siempre hubo sitito también para las soporíferas películas “de festival”, repeticiones de estilo y mucho más aún para los nombres, es decir, todos aquellos que un día entraron en el selecto club de Cannes para no salir nunca, rueden lo que rueden. Pero el equilibrio estaba conseguido y, como digo, era habitual salir cada cierto tiempo de las salas con un sabor a novedad. Este año, a pesar de habernos topado con algunas películas de gran calidad, ninguna ha alcanzado el grado de evento.

El soniquete de la distribuidora

Por otro lado empieza a ser cansino oír la cerilla de la distribuidora internacional Wild Bunch detrás de cada intro del festival y delante de cada película, tan repetida que parece que forma parte de la organización (probablemente ya sea así de facto)

El cine francés está acostumbrado a tener una presencia importante en este festival y normalmente no se oyen muchas voces en contra porque lo cierto es que es una industria llena de autores interesantes. Pero esta no ha sido una cosecha buena para Francia, y uno espera de un bodeguero consumado que reconozca su mal año y saque una tirada mínima o al menos reduzca su precio de salida y no se deje llevar por el amor propio. La región de Champagne es lo que es por su reconocida auto exigencia en los jugos que exporta, no porque esté en Francia. Es más importante la protección de la marca Cannes que la del cine francés, incluso para el cine francés.

Este sería el breve resumen, gane quien gane la Palma de oro y demás premios, de nuestra experiencia allí éste Cannes 2015, siempre bajo la óptica de quien lleva un ritmo de trabajo agotador. Todo afecta a la hora de valorar lo que se ve. Los festivales al fin y al cabo son el peor sitio para sumergirse en una película.