El polen de ambrosía invade Europa y podría agravar las alergias

• Un estudio publicado en Nature estima que aumentará la dispersión de la planta
• Zonas de mayor aumento: centro-norte de Europa, Francia, Reino Unido
• Los síntomas son picazón en los ojos, estornudos y dificultad respiratoria

La ambrosía florecida.

Las cargas de polen de ambrosía podrían incrementarse en muchas partes de Europa en las próximas décadas, lo que puede hacer que aumente la prevalencia de las alergias.

Así lo sugiere un estudio publicado esta semana en la revista Nature Climate Change, que estima que un tercio del aumento de polen previsto se debe a la dispersión de semillas, mientras que los dos tercios restantes se deberían al clima y a los cambios de uso del suelo.

La ambrosía común (Ambrosia artemisiifolia) es nativa de América del Norte, pero la planta se está extendiendo rápidamente como especie exótica invasora por Europa, recoge Nature.

Cuando las personas susceptibles de padecer alergia se expone al polen de ambrosía pueden sufrir reacciones, con síntomas que incluyen picazón en los ojos, estornudos, y en algunos casos severos, dificultad respiratoria.

Evaluación de la propagación de la ambrosía

Para evaluar el posible impacto del uso de la tierra y del cambio climático en la propagación de la ambrosía y las cargas de polen anual en Europa, un equipo internacional de investigadores usaron un modelo que ha tenido en cuenta los cambios en la dispersión de semillas, la producción de polen, y su dispersión impulsada por el viento.

Las simulaciones por ordenador han predicho que para el año 2050, las concentraciones de polen de ambrosía en el aire tendrán un promedio cuatro veces superior (con un rango de incertidumbre de 2 a 12, dependiendo de la tasa de velocidad de la dispersión) al de los niveles actuales.

Este hecho es independiente a si se da un aumento alto o moderado en el promedio del calentamiento global incluido en el análisis.

Los mayores aumentos en la carga de polen se prevén para el centro-norte de Europa, el norte de Francia y el sur de Reino Unido, áreas donde las cargas de polen son prácticamente inexistentes en la actualidad. Por otro lado, en zonas ya afectadas está previsto que aumenten las concentraciones de polen.