El Congreso rechaza una moción para paralizar el fracking en España
- Pedían paralizarlo por ser caro y perjudicial para el medio ambiente
- La oposición defiende un modelo de energías renovables
- El PP dice que no explorar el fracking sería "una temeridad"
El pleno del Congreso ha rechazado este martes la moción presentada por el Grupo Parlamentario Mixto y apoyada por Izquierda Plural, el Grupo Socialista y CiU para paralizar el fracking, una técnica con la que se inyecta agua, arena y químicos a alta presión para fracturar la roca y liberar el gas que contiene.
La moción se votó separada por puntos. El punto uno tuvo los votos en contra del PP, PSOE, UPyD y FAC y la abstención del PNV. El punto dos tuvo los votos en contra del PP y UPyD y las abstenciones de FAC y el PNV; había 37 diputados ausentes.
El encargado de defender esta moción sobre el fracking o fractura hidráulica por parte del Grupo Mixto fue Xabier Mikel Errekondo (Amaiur), quien señaló que "la viabilidad de este método está en entredicho porque es una tecnología muy cara y absolutamente dependiente de las fluctuaciones del mercado del gas y el petróleo".
En este sentido, acusó al PP de estar "ciego y contaminado" al presentar esta técnica como "la panacea contra la dependencia energética" cuando, a su juicio, la solución está en un nuevo modelo energético "descentralizado y basado en las energías renovables".
En la moción, los citados grupos de la oposición han pedido al Gobierno que "respete la voluntad de la mayoría social, que se muestra contraria a este método de extracción".
PP, único grupo en contra de la moción
El diputado popular Mario Francisco José Flores contestó: "Es un hecho absolutamente contrastado que somos dependientes energéticos y que, aunque hemos hecho un enorme esfuerzo con las renovables, estas no cubren más que una pequeña parte del mix energético del país".
Si España renunciara al fracking "sería aún más dependiente", por lo que ha considerado que "no explorar nuevas formas de energía sería una temeridad, al igual que lo sería no dotar de la máxima seguridad a estas exploraciones".
Flores ha reconocido que "es complicado" hablar de los riesgos de este método, pero ha garantizado una protección del medio ambiente.
Desde el grupo socialista se ha apoyado la moción "por motivos ambientales, económicos y sociales", según la diputada María Pilar Lucio, quien acusó al PP de "sordera democrática" y afirmó que "se puede prescindir de este tipo de técnicas en un país con los recursos de España".
Desde Izquierda Plural, Josep Pérez-Moya resaltó que existen "varias y justificadas" razones para oponerse al fracking y que no hacerlo sería "irresponsable" porque afecta a vida de los ciudadanos, a los territorios y a la concepción del modelo energético actual.
Además, subrayó que genera residuos peligrosos con elevadas cantidades de metales pesados y que es un claro emisor de gases de efecto invernadero "21 veces más nocivos que el dióxido de carbono".
Inmaculada Riera, del Grupo Catalán, hizo hincapié en el papel de las comunidades porque "cada territorio tiene su propia especificidad y es quien marca los riesgos", por lo que "han de ser las autonomías quienes decidan".
Ante esto, Flores respondió: "Esta es una normativa de carácter básico cuya competencia recae en el Estado, que no pasará por alto el papel de las comunidades".
Pedro Azpiazu, del Grupo Vasco (que se abstuvo), aseguró: "Estamos ante un tema controvertido" que "requiere un debate sosegado" y solicitó una moratoria de cinco años en la explotación de hidrocarburos y gases mediante fracking.