Nebraska se convierte en el decimonoveno estado en abolir la pena de muerte en EE.UU.
- La retirada de la pena capital ha contado con 30 votos a favor y 19 en contra
- Se ha aprobado en una segunda votación forzada por el veto del gobernador
El estado de Nebraska ha aprobado la abolición de la pena de muerte con 30 votos a favor y 19 en contra, los suficientes para anular el veto impuesto por el gobernador, Pete Ricketts, contra esa iniciativa y convertirse en el estado número 19 en abolir la pena capital en Estados Unidos, un castigo que sigue siendo legal en los otros 31.
La ley no tendría carácter retroactivo, por lo que no afectaría a los diez presos que actualmente están en el corredor de la muerte, y será sustituida por la cadena perpetua.
La abolición en Nebraska es especialmente significativa, ya que se trata del primer estado considerado conservador en tomar una decisión de este tipo en más de 40 años, y llega en un momento en el que la pena de muerte está bajo mínimos y más cuestionada que nunca.
Los últimos en abolirla fueron Maryland (2013), Connecticut (2012), Illinois (2011), Nuevo México (2009) y Nueva York y Nueva Jersey en 2007, todos ellos considerados progresistas o moderados.
Segunda votación del legislativo
La iniciativa ya había sido aprobada hace una semana con 32 votos a favor y 15 en contra, pero el gobernador, que debe promulgar todas las leyes, la vetó provocando su regreso al legislativo
Además, Ricketts, firme partidario de la pena capital, inició una campaña pública de presión para convencer a los senadores, en su mayoría conservadores, de que cambien el sentido de su voto y apoyen la continuidad de las ejecuciones.
"La Legislatura está desconectada de los ciudadanos de Nebraska", ha llegado a decir Ricketts, quien animó a los partidarios de la pena de muerte a persuadir con llamadas a los senadores, algunos de los cuales han recibido amenazas contra ellos y sus familias.
De hecho, uno de los senadores que abogaron por la abolición en las anteriores votaciones, Jerry Johnson, anunció antes de la votación que ahora se opondrá a ella. "Tenemos a diez presos en el corredor de la muerte, no son centenares. Usamos la pena de muerte con prudencia y por lo tanto necesitamos conservarla", declaró el gobernador.