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La contaminación ambiental puede favorecer la supervivencia de las especies invasoras

  • Un estudio describe la influencia de un pesticida en un crustáceo
  • El tóxico favorece la reproducción y adaptación de la Artemia franciscana
  • El estudio liderado por el CSIC investiga cómo se desplazan especies autóctonas

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Un ejemplar de artemia franciscana.
Un ejemplar de artemia franciscana.

La contaminación ambiental puede favorecer la supervivencia a las especies invasoras, según ha revelado un estudio liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) publicado en la revista Acuatic Toxicology.

La investigación describe por primera vez cómo influye un pesticida presente en ecosistemas de aguas salinas en el proceso invasivo del pequeño crustáceo Artemia franciscana, empleado en acuicultura.

“Hemos visto que la tolerancia al tóxico por parte de la especie invasora A. franciscana, así como su mayor éxito reproductivo y su capacidad de adaptación, le dan ventajas frente a la especie autóctona A. parthenogenetica", ha explicado Juan Carlos Navarro, del Instituto de Acuicultura Torre de la Sal del CSIC.

"Esos factores pueden desempeñar un papel clave en el proceso de invasión cuando un contaminante ambiental crea presión selectiva”, ha añadido.

Producción de alimento vivo

El estudio se ha realizado utilizando microcrustáceos del género Artemia, que incluye a varias especies gemelas bisexuales y partenogenéticas. Estas últimas pueden reproducirse a partir de células sexuales femeninas no fecundadas.

Los huevos de resistencia de este crustáceo, denominados quistes, se utilizan en acuicultura y acuariofilia para, tras su eclosión, producir alimento vivo (plancton) con el que alimentar fases tempranas de organismos marinos.

“La comercialización de los quistes de A. franciscana, originaria del continente americano, ha favorecido su introducción, voluntaria o accidental en gran parte de ecosistemas hipersalinos del mundo, incluidos los de la Península Ibérica. En coexistencia con las formas autóctonas, A. franciscana tiene ventaja competitiva, y se comporta como una especie invasora”, indica Navarro.

Según este estudio, los mecanismos por los que la especie invasora desplaza a las autóctonas son todavía objeto de estudio, aunque ahora se sabe que el proceso invasivo puede encontrarse favorecido, entro otros, por la mayor resistencia de A. franciscana al tóxico, su mayor supervivencia y una reproducción más eficiente.

En el trabajo también han participado investigadores de la Universitat Jaume I de Castellón y de la Universitat de València.