Las elecciones turcas, un pulso entre el Gobierno y la izquierda kurda
- La última jornada de la campaña electoral en Turquía ha concluido con tensión
- Los comicios enfrentan el domingo en las urnas a los cuatro partidos principales
La última jornada de la campaña electoral en Turquía ha concluido este sábado con tensión, pero en paz, aunque teñida ocasionalmente por la violencia, mientras los comicios enfrentan el domingo en las urnas a los cuatro partidos principales del país.
Casi todos los incidentes violentos, como el atentado perpetrado el viernes en Diyarbakir, han sido dirigidos contra el partido izquierdista y prokurdo HDP, que se perfila como el máximo adversario del gobernante AKP, pese a ser el menor de sus rivales.
Aunque 20 partidos se presentan en la papeleta electoral ante los 54 millones de votantes, solo cuatro tienen posibilidad de entrar e el Parlamento: el islamista AKP, el socialdemócrata CHP -principal formación opositora-, el nacionalista MHP y el HDP, al que los sondeos vaticinan que superará por poco el umbral electoral del 10%.
Pero su reducido tamaño -aspira a poco más de medio centenar de escaños en un hemiciclo de 550- no ha impedido que a HDP protagonizar la campaña electoral y, especialmente, como víctima, los brotes de violencia.
Recuerdan a las víctimas del atentado del viernes
Cientos de personas recordaban este sábado durante los funerales a las tres víctimas del más reciente y sangriento episodio, el atentado del viernes, perpetrado con dos bombas en un multitudinario mitin del HDP en la ciudad de Diyarbakir, feudo del movimiento kurdo.
El HDP se siente señalado por el presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, a quien ha acusado de crear con sus discursos un clima de agresividad contra el HDP que habría desembocado en el atentado.
"No tienes que llamarme",ha interpelado Selahattin Demirtas, líder del partido, a Erdogan, rechazando sus condolencias. "Nos has convertido en objetivo y nos has lanzado frente a una jauría de lobos. Si eres el presidente de todo un país, ve y discúlpate con la gente de Diyarbakir".
Erdogan ha respondido acusando a Demirtas de ser culpable de la violencia política que en octubre pasado causó decenas de muertos en enfrentamientos entre activistas kurdos y grupos ultraislamistas.
Las elecciones más críticas en 13 años
Se trata de las elecciones más críticas en trece años, ya que por primera vez desde la llegada del AKP al poder en 2002 no es seguro que el domingo renueve su cómoda mayoría absoluta.
Todo depende de los resultados del HDP, que se presenta por primera vez como formación política a las urnas: si supera el umbral del 10% se le adjudicarán decenas de escaños tradicionalmente conquistados por el AKP.
Por ello, el partido ha sido el blanco más frecuente de las críticas del primer ministro, Ahmet Davutoglu, pero también de Erdogan, activamente involucrado en la campaña electoral con mítines diarios, pese a que la Constitución establece la neutralidad política del presidente.
"Un acto de provocación"
"Lo ocurrido en Diyarbakir no se dirigía contra un partido específico, sino que fue un acto de provocación para eclipsar las elecciones", ha dicho el jefe de Estado.
Mientras tanto, en Estambul, la policía ha lanzado una operación contra supuestos colaboradores del Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda, que se saldó con 17 detenidos, entre ellos algunos voluntarios del HDP que iban a actuar este domingo como observadores electorales a cuenta del partido.
La operación ha hecho correr en los medios sociales la denuncia de que el Gobierno intenta impedir que los seguidores del HDP puedan supervisar el proceso electoral.
La oposición ha expresado su preocupación por posibles manipulaciones electorales, y una iniciativa ciudadana, Oy ve Ötesi, desplegará a más de 50.000 voluntarios neutrales para vigilar las urnas, amén de los observadores de los partidos y los delegados del Parlamento Europeo y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
"Auténticos desafíos" para garantizar la seguridad
La delegación de la OSCE destacó el jueves los "auténticos desafíos" de Turquía para garantizar la seguridad de las elecciones, recordando que a mediados de mayo dos paquetes bomba explotaron en sendas oficinas electorales del HDP, causando varios heridos.
Además, este jueves una muchedumbre nacionalista intentó linchar a los simpatizantes congregados en un mitin del HDP en Erzurum, en el noreste de Turquía, y quemó un microbús del partido, infligiendo graves quemaduras al conductor.
El partido nacionalista MHP, normalmente el adversario más encarnizado del movimiento kurdo, se ha desvinculado de estas agresiones, mientras los seguidores del HDP responsabilizan al Gobierno, al que acusan de intentar provocar actos de venganza por parte de los activistas kurdos.
Una situación de violencia dañaría enormemente la imagen del HDP en los ojos de los sectores turcos que han empezado a simpatizar con este partido como el freno más eficaz de las ambiciones de Erdogan de ampliar su poder como presidente.
Solo si el HDP se queda fuera del Parlamento el AKP podría alcanzar la mayoría de tres quintos que le permitiría someter a referéndum una reforma constitucional para dotar Turquía de un sistema presidencialista.