La Agencia Tributaria descubre un fraude de 70 millones cometido por varios centros de desguace

• Ocultaban parte de sus ventas de piezas de recambio a talleres y particulares
• El fisco ha registrado 60 talleres propiedad de 45 empresas en 7 autonomías

La Agencia Tributaria ha detectado un fraude de casi 70 millones de euros cometido por varios centros de desguace en España, que ocultaban parte de su venta de piezas de recambio para vehículos y que han sido inspeccionados y registrados dentro de la denominada operación Ballesta que se inició en 2014.

En un comunicado, el fisco ha explicado que los centros de desguace implicados ocultaban la mitad de sus ventas de recambios a talleres y particulares, llegando en algunos casos a registrar pérdidas en sus márgenes.

Las investigaciones de la Agencia Tributaria constataron que estos centros de desguace ocultaban parte de los ingresos procedentes de las ventas de piezas o accesorios que adquirían y luego vendían al por mayor como chatarra, eludiendo con ello la tributación tanto en la imposición directa (Impuesto de Sociedades) como en la indirecta (IVA).

Así, explica la nota del fisco, la actividad declarada era "inexistente", ya que los desguaces inspeccionados aparentaban concentrar su actividad en el comercio mayorista de chatarra, pero su actividad real era la venta de recambios, que podía suponer hasta el 60% de las ventas totales.

Según la Agencia Tributaria, gran parte de los pagos de piezas de recambio se realizaba en efectivo, lo que facilitaba a las empresas investigadas la posibilidad de ocultar las operaciones.

Registros en siete comunidades autónomas

Además, ha explicado que, entre el martes y el miércoles, más de 250 funcionarios de la Agencia Tributaria han inspeccionado unos 60 Centros Autorizados para el Tratamiento de vehículos al final de su vida útil (CAT), pertenecientes a 45 empresas, en las comunidades de Andalucía, Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha, Cataluña, Galicia y Comunidad de Madrid.

Entre estas sociedades se encuentran desguaces de gran tamaño, que cada año adquieren decenas de miles de vehículos para su conversión en chatarra o venta de recambios.

Paralelamente a los registros, se han iniciado también actuaciones inspectoras sobre diez personas físicas que son socios y administradores de las sociedades investigadas.

La operación Ballesta se enmarca en las directrices del plan de control tributario diseñado por la Agencia Tributaria para este año en su lucha contra la economía sumergida.