Aplazada la votación en la Eurocámara sobre el tratado de libre comercio con EE.UU.
- El presidente lo justifica por las 200 enmiendas presentadas en último momento
- Los grupos de izquierdas creen que se trata de evitar un resultado contrario
El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, ha pospuesto la votación prevista para este miércoles sobre las recomendaciones que la Eurocámara presentará a la Comisión Europea para que tenga en cuenta en negociación del tratado de libre comercio entre la UE y EE.UU. (conocido como TTIP, por sus siglas en inglés).
Esa decisión ha provocado el enfado de los grupos de Izquierda Unitaria y los Verdes, que achacan el aplazamiento a que los grandes grupos veían peligrar la aprobación de una posición favorable a la actual negociación.
Además, pasadas las ocho de la mañana, también se ha decidido suspender el debate sobre esa negociación, que en principio sí iba a celebrarse.
Más de 200 enmiendas al texto en el último momento
El aplazamiento se ha justificado por que el informe del socialista alemán Bern Langue que iba votarse este miércoles -que recoge el trabajo y los debates de 13 comisiones parlamentarias distintas- ha recibido más de 200 enmiendas en las horas previas a su votación.
El reglamento de la Cámara prevé que, si se introducen más de 50 enmiendas a un texto, el presidente del Parlamento puede devolver el texto a la comisión parlamentaria correspondiente (en este caso, la de Comercio Internacional) para buscar un texto con mayor consenso entre los grupos.
Según ha explicado el ponente del informe, Bernd Lange, el tiempo adicional que se logra con el aplazamiento se empleará "en trabajar para conseguir alcanzar una mayoría estable a favor de la resolución sobre el TTIP" que se vote en la Eurocámara. "El Parlamento Europeo solo logrará un mensaje fuerte para los negociadores del TTIP si la resolución es apoyada por una amplia mayoría", ha añadido.
División por el sistema de arbitraje
Uno de los puntos más polémicos para los eurodiputados es el establecimiento de un sistema de arbitraje para resolver disputas entre inversores y Estados (ISDS, por sus siglas en inglés), un punto que ha dividido al grupo de los socialistas y al de los demócratas.
Hasta hace unas semanas, los socialistas se habían mostrado contrarios a mantener esa fórmula de arbitraje, pero en el último momento, durante el debate del borrador de Lange en la Comisión de Comercio Internacional de la Eurocámara, finalmente admitieron que se mantuviera un sistema parecido al vigente, aunque condicionándolo a algunas modificaciones.
Por contra, los grupos de la Izquierda Unitaria europea (GUE/NGL) y los Verdes europeos siguieron insistiendo en que debe excluirse cualquier posibilidad de recurrir a tribunales ajenos a los europeos.
Ambos grupos de izquierdas se han mostrado abiertamente en contra del TTIP porque consideran que puede mermar la capacidad de decisión de los Estados y, entre otras cosas, rebajar los umbrales de protección de derechos laborales y medioambientales en la UE.
En el otro extremo, los grupos Popular, Socialista y Liberal defienden las posibilidades de crecimiento y empleo que generará el TTIP, cuya negociación comenzó en julio de 2013 entre la Comisión Europea -que representa a la UE- y Washington.