Portugal adjudica por 354 millones TAP al brasileño Neeleman, dueño de la aerolínea Azul
- Neeleman ha creado un consorcio con el portugués Humberto Pedrosa
- El Estado mantendrá en su poder el 34% de los títulos del grupo
- La operación necesita el visto bueno de la Comisión Europea
El propietario de la aerolínea brasileña Azul, David Neeleman, ha ganado el concurso de privatización lanzado por Portugal para desprenderse de la compañía TAP con una oferta que asciende a 354 millones de euros, que podría aumentar en función de la actividad de TAP durante 2015, y a la que se suma la incorporación a la flota de 53 nuevos aviones.
El Gobierno portugués ha informado de la decisión después de la reunión del Consejo de Ministros que entregará el control al consorcio liderado por Neeleman y en el que también participa el empresario portugués Humberto Pedrosa, dueño de la firma portuguesa de transportes Barraqueiro.
La operación necesita el visto bueno de la Comisión Europea, ya que las reglas comunitarias impiden que compañías aéreas con sede en la UE sean controladas en más de un 50% por un propietario no europeo.
Precisamente por este motivo, Neeleman se ha aliado con Pedrosa para crear un consorcio en el que el empresario portugués representa el 50,1%.
El Estado mantendrá el 34%
De ser confirmada la compra, Neeleman adquirirá el 66% de las acciones del grupo TAP -aunque un 5% de este porcentaje está reservado a los trabajadores-, que además de la aerolínea incluye una empresa especializada en manutención e ingeniería en Brasil y la firma de gestión de carga y equipajes Groundforce.
Según la información facilitada por el Ejecutivo luso en el pliego de condiciones original, el Estado mantendrá en su poder el 34% de los títulos del grupo, aunque podrá venderlo también al mismo comprador "durante los dos años siguientes" a la firma del contrato, siempre que el ganador del concurso cumpla todas las condiciones.
En 2012 el Gobierno luso ya intentó esta privatización, pero finalmente optó por rechazar la única oferta presentada entonces, la del magnate colombiano-brasileño Germán Efromovich, por un valor que rondaba los 340 millones, debido a la falta de garantías.
TAP transportó el pasado año unos 11,4 millones de pasajeros -récord de la compañía- a 88 destinos en África, Europa y América, continente éste último donde es líder en las conexiones entre Brasil y Europa, aunque pese a ello terminó el ejercicio con pérdidas de 85 millones.
La aerolínea, que opera desde 1945, cuenta con una plantilla de más de 5.000 personas y una flota de 77 aviones.