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La ESA baraja cinco localizaciones en el cometa 67P en las que puede estar la sonda Philae

  • Imágenes de alta resolución permiten identificar posibles ubicaciones
  • La sonda se perdió a las pocas horas de aterrizar sobre el cometa
  • La identificación se complica: el terreno es accidentado y Philae, pequeña

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Las cinco localizaciones en el cometa 67P en las que la ESA cree que puede estar la sonda Philae.
Las cinco localizaciones en el cometa 67P en las que la ESA cree que puede estar la sonda Philae.

Mientras la sonda Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA) continúa acompañando al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko en su viaje hacia el Sol, la sonda que aterrizó sobre su superficie y rebotó hasta algún lugar desconocido, Philae, continúa desaparecida.

Sin embargo, la agencia europea baraja cinco localizaciones aproximadas en las que podría estar Philae, que han sido identificadas a partir de imágenes obtenidas con la cámara de alta resolución de ánculo estrecho, Osiris, a una distancia de unos 20 kilómetros del centro del cometa 67P, según ha informado la ESA.

En algunas de esas localizaciones, marcadas por la ESA con círculos rojos en la imagen superior, se distinguen unos puntos blancos de un tamaño que oscila entre un metro y dos de ancho.

Identificar la localización de Philae

Cuando la sonda aterrizadora Philae consiguió posarse sobre la superficie del cometa, no se quedó estática en el punto que la ESA había planificado, Agilkia, sino que rebotó dos veces hasta situarse a algo más de un kilómetro del punto en el que debía posarse. El fallo se debió a que los arpones que tenían que amarrar la sonda al terreno no se activaron.

Puntos de la superficie del cometa 67P en los que rebotó Philae. Imagen: ESA/Rosetta/MPS for OSIRIS Team MPS/UPD/LAM/IAA/SSO/INTA/UPM/DASP/IDA

Así, la sonda, que permaneció en una zona del cometa conocida como Abydos, acabó por apagarse cuando se agotó la energía de sus baterías.

De haber salido todo bien, la luz habría llegado a sus placas solares y Philae habría tenido energía para proseguir con sus investigaciones, pero se cree que el módulo aterrizador, de pequeño tamaño y difícil de identificar, está inclinado sobre un acantilado en una zona mayormente en sombra.

Para determinar esos cinco lugares candidatos -se han descartado otras localizaciones-, el equipo de la cámara Osiris de Rosetta continuó buscando la sonda en las nuevas imágenes del cometa en las semanas posteriores al aterrizaje.

Ha sido, según revela la ESA, una tarea harto complicada dado lo accidentado del terreno, el pequeño tamaño de Philae y la distancia a la que se ha encontrado la sonda orbitadora, Rosetta.

Detalles de dos puntos en los que podría estar Philae. Imagen: ESA/Rosetta/NavCam

Las imágenes con mayor resolución de la región Abydos se consiguieron a mediados de diciembre, y a una distancia de 18 kilómetros de la superficie del cometa. 

El instrumento Osiris tomó imágenes con una resolución de 34 centímetros por píxel, y hay que tener en cuenta que que el cuerpo de Philae tiene un metro de ancho, mientras que sus finas patas se extienden a 1,4 metros.

Brillos determinantes

Teniendo en cuenta el tamaño, la reflectividad y la orientación de Philae, junto con la resolución intrínseca de la óptica de la cámara, el equipo de Osiris espera que Philae se muestre a través de unos pocos píxeles brillantes en estas imágenes seleccionadas.

Los científicos cuentan con otro dato orientativo, y es la trayectoria que siguió la sonda desde que tocó la superficie del 67P. También han usado las señales de radio que se enviaron entre sí Philae y Rosetta como parte del experimento Consert después de que el módulo aterrizador parara definitivamente.

Uno de los investigadores que estudia la ubicación de la pequeña sonda, Holger Sierks, del Instituto Max Planck, ha indicado: "Es importante apuntar que la geometría de visualización durante nuestra búsqueda en diciembre era tal que Rosetta estaba en un ángulo de 90 grados en la dirección Sol-cometa".

"Los paneles solares de Philae podrían haber estado bien iluminados, pero todavía escondidos en un terreno accidentado desde la perspectiva de Rosetta, por lo que es difícil o imposible de detectar", ha rematado Sierks.