El Eurogrupo trata de cerrar un acuerdo tras los avances en las negociaciones con Grecia
- El acuerdo permitiría desbloquear el pago del último tramo del rescate
- Las concesiones de Atenas enfrentas a los socios de Gobierno de Tsipras
- Los acreedores intentan alcanzar un discurso común antes de la reunión
- La UE podría "ratificar" el pacto en el Consejo europeo del jueves y viernes
Los ministros de Economía de la eurozona se vuelven a reunir, por tercera vez en diez días, este miércoles en Bruselas para tratar de cerrar un acuerdo con Grecia después de que los líderes del euro valoraran como una "buena base" para la negociación la última propuesta presentada por Atenas.
El objetivo del encuentro es buscar una solución urgente sobre el plan de reformas que el Eurogrupo exige al Gobierno de Syriza para desbloquear los últimos 7.200 millones de euros del segundo rescate, y evitar así la suspensión de pagos y una posible salida del euro ya que Atenas debe pagar al FMI un vencimiento de 1.500 millones de euros el 30 de junio, el mismo día que vence la actual prórroga del rescate.
Si el Eurogrupo consigue un acuerdo político en su reunión, que comenzará a las 19:00 horas, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea podrán "ratificar" dicho pacto en el Consejo europeo de verano, este jueves y viernes.
"Es lo que queremos, pero no hay garantías, porque queda mucho trabajo por hacer", advirtió el martes la canciller alemana, Angela Merkel, sobre la perspectiva de acuerdo antes de que acabe la semana.
Grecia, entre las concesiones y las exigencias
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, que se reunirá este miércoles con los representantes de las tres instituciones acreedoras (CE, BCE y FMI), asumió el martes ante sus socios del euro una serie de concesiones en materia de pensiones y subida del IVA, que hasta ahora eran sus dos líneas rojas en las negociaciones con sus acreedores.
Grecia acepta ahora retrasar la edad de jubilación y aumentar las cotizaciones sociales, así como aumentar el IVA a una gran cantidad de productos y aplicarles el tipo general del 23% lo que, según fuentes conocedoras de las negociaciones, pondría a Grecia en el camino para alcanzar el 1% de superávit primario para este año.
Estas y otras propuestas son vistas como una buena base por los líderes de la zona euro. Sin embargo, el documento que el Ejecutivo de Tsipras remitió el domingo ha provocado tensión en las filas de Syriza y en el Gobierno griego.
Panos Kammenos, líder del partido Griegos Independientes y miembro de la coalición de Gobierno, ha declarado que "mantiene sus líneas rojas" tras reunirse de forma extraordinaria para discutir las propuestas de Tsipras.
"Ahora está muy claro que es Grecia la que está negociando, no simplemente el Gobierno" ha dicho Kammenos que espera que el curso de los acontecimientos sea "positivo para el pueblo griego".
Por su parte, el ministro de Estado griego, Nikos Pappas, ha declarado que el previsible acuerdo será respaldado por el Parlamento y apoyado por la gente.
Diferentes criterios entre los acreedores
Más allá del nivel nacional, expertos de la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han evaluado desde primera hora del martes la propuesta griega, para calcular el impacto de las medidas y verificar su viabilidad. Sin embargo, fuentes comunitarias y de la eurozona aseguran que el FMI "tiene todavía otros puntos de vista" y las instituciones trabajan "duro" para superar sus diferencias.
Según la agencia de información económica MNI, el FMI no comparte con Grecia su enfoque sobre el impuesto a las empresas el IVA y las pensiones y el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, también mantendria algunas reservas.
Las cuestiones abiertas se refieren a la financiación y a la sostenibilidad de la deuda, aspectos cruciales para el Gobierno de Alexis Tsipras, y no tanto al alivio de la deuda, que los socios europeos no consideran urgente y estarían dispuestos a dejar para después de un acuerdo, según afirmaron la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, tras la cumbre del lunes.
Pese a que el BCE aumentó el martes, por tercer día laboral consecutivo, la cantidad máxima de créditos de emergencia que los bancos griegos pueden pedir al Banco de Grecia y esto indica que se ha intensificado la salida de depósitos, también quedaría pendiente cómo hacer frente el próximo día 30 al pago al FMI, dado que no podrá contar aún con la ayuda que queda del segundo rescate. Fuentes europeas han dicho que los acreedores serán "creativos" al respecto para evitar que Grecia suspenda pagos.
Lagarde: la reforma "se queda corta"
A la reunión entre los acreedores había sido invitado el director del departamento europeo del FMI, Paul Thomsen, pero en su lugar la entidad financiera envió a un representante júnior sin mandato para negociar, lo que dificulta el proceso y ha creado cierto malestar en los demás socios de la antigua troika.
Mientras, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, que se ha mantenido en un segundo plano, declaró el lunes a la salida de la cumbre extraordinaria de los líderes de la eurozona que la nueva propuesta griega es "ciertamente más amplia" e incluye "más detalles" de los vistos hasta ahora. Sin embargo, a juicio de Lagarde, faltan "especificidades" y "todavía se queda corta respecto lo que hay que esperar".
Por su parte, el comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, se mostró el lunes "convencido" de que se alcanzará un acuerdo esta misma semana, pero recordó que "queda trabajo por hacer", comenzando por la subida del IVA, para fijar las condiciones que puedan presentarse para su aprobación.