Noriega pide perdón a las víctimas de su dictadura militar en Panamá
- El exdictador panameño lee una declaración desde la cárcel
- Se niega a aclarar varios casos de desapariciones y muertes
El exdictador panameño Manuel Antonio Noriega, preso en Panamá desde diciembre de 2011 tras ser extraditado por Francia, ha pedido perdón a todos los "humillados" o "perjudicados por sus acciones como comandante, en su nombre y en el de sus superiores y subalternos".
En una declaración leída en la cárcel donde esta recluido al canal de televisión local Telemetro, Noriega, que cumple condenas en Panamá que suman unos 60 años, se ha negado sin embargo a aclarar algunos casos de desapariciones y muertes que ocurrieron durante la dictadura militar.
Esta es la primera declaración formal de Noriega a los medios de comunicación desde hace 25 años, cuando fue derrocado durante la invasión estadounidense a Panamá el 20 de noviembre de 1989.
Cerrar el ciclo militar
Con su declaración, Noriega ha asegurado que prentede poner fin al "ciclo militar", en referencia a la dictadura que vivió el país entre 1968 y 1989.
"Cierro el ciclo militar como el último general de ese grupo pidiendo perdón como comandante jefe y como jefe de gobierno", ha declarado Noriega, quien ha asegurado que ha reflexionado tras hablar con su familia y con representantes de la Iglesia Católica.
"Pido perdón a toda persona que se sienta ofendida, afectada, perjudicada o humillada por mis acciones o de mis superiores en el cumplimiento de órdenes o de la de mis subalternos dentro del estatus de responsabilidad de mi Gobierno civil y militar", ha insistido.
Noriega se ha quejado por permanecer "en cautiverio" durante más de 25 años, tiempo que "excede las penas que me fueron impuestas en ausencia y sin haber sido interrogado".
Casos sin aclarar
Noriega no ha querido responder a las preguntas que el periodista de Telemetro, Alvaro Alvarado, sobre la muerte por decapitación en 1985 del opositor Hugo Spadafora (caso por el cual fue condenado en ausencia en 1993 a 20 años de cárcel), ni por la desaparición del cura colombiano Héctor Gallego, ocurrida cuando Noriega era aún jefe de inteligencia.
Además de estos casos, la justicia panameña abrió en 2010 una causa por la desaparición y muerte en 1970 del sindicalista Heliodoro Portugal, cuando Noriega era oficial de la extinta Guardia Nacional y mano derecha del dictador Omar Torrijos (1968-1981).
A pesar de su silencio, el exdictador ha asegurado que espera que la circunstancias le permitan en un futuro revelar "verdades desconocidas" hasta ahora en su país.
Noriega llegó en 2011 a Panamá extraditado por Francia, donde cumplía siete años de prisión por lavado de dinero. Anteriormente, el exdictador pasó cerca de dos décadas preso por narcotráfico en Estados Unidos, a cuyas tropas se entregó en enero de 1990, días después de la invasión estadounidense a Panamá.