El arte como inspiración y forma de expresión
- Los diseñadores de París utilizan las prendas como lienzo
- Dries Van Noten elogia a Marilyn Monroe.
- Vuelve a ver los desfiles de la jornada anterior.
- En el blog: Loewe, ¿con pijama a los toros?
¿Moda o arte? Es la eterna pregunta y la respuesta tarda en llegar. En París estos días intentan responder a esta cuestión y lo hacen con colecciones de claro acento artístico, con colores provocativos, estampados personalizados y tejidos innovadores. Elementos con los que trabajar sobre ese lienzo que es el cuerpo humano.
La moda de Maison Margiela siempre ha tenido una connotación cultural. Sus colecciones son un grito inconformista que encaja perfectamente con el mensaje de muchas obras que cuelgan en los museos. Su nueva propuesta entabla un diálogo entre racionalismo e locura proyectado sobre prendas que ocultan o muestran la piel, ese otro gran lienzo.
Destacan los tejidos opacos que brillan, con los que se hacen trajes de factura sentetera. Y para contrastar lanza tops de seda transparente con aplicaciones de metal, elementos que ya vimos en la temporada 2015, y que se llevan con deconstrucciones de cazadoras 'perfecto'. Muy arty.
Retales de África
Es una de las tendencias más especiales de cara a la temporada primavera y verano de 2016. África conquista la vieja Europa con sus culturas y su moda seduce en Italia y en París.
En el salón Pitti Uomo de Florencia vimos el trabajo de cuatro diseñadores que mezclan, con acierto, sus colores, formas y estampados con patrones urbanos y prendas realizadas según las normas de la sastrería clásica.
También es necesario hablar de esa vuelta a las tradiciones, a lo artesanal, a lo tradicional. Se tiende a vestir cultura, no ropa producida a gran escala. La colección de Junya Watanabe viaja a África para volver recargada, enriquecida, terminada.
Destacan los tonos neutros utilizados como base. Crudos, beige, grises y blanco aceptan aplicaciones de tejido, casi siempre con un intenso baño de color. Un festival cromático enfatizado por los complementos.
La técnica del patchwork -que vuelve con fuerza- resulta perfecta para mezclar ideas, elementos gráficos, colores, texturas… sensaciones. Cada prenda tiene su historia, su propio mundo. Y ahí reside su valor.
Ellos las prefieren rubias
El rubio está de moda, lo decíamos ayer en el blog La vida al Bies. Tanto es así que la rubia de las rubias, la rubia por excelencia es la protagonista del desfile de Dries Van Noten.
Marilyn Monroe aparece estampada en las prendas del belga. Camisas, pantalones, parkas y jerséis lucen imágenes de la actriz como icono de estilo, siempre en blanco y negro, elegantes, con glamour.
La paleta de colores es contenida, sobria a veces, y la colección presume de comodidad y versatilidad. Todas las piezas tienen un patrón que permite moverse con tranquilidad y ya el colmo de lo confortable son los batines, las camisas-pijama y los shorts ligeros.
Pero Van Noten tontea con las tendencias más generales y propone, como vimos en Louis Vuitton, cazadoras en seda con estampados y bordados de aves y jardines exóticos y, a veces, texturas brillantes, estampados salvajes.
El traje como lienzo
Llevamos varias temporadas hablando del estilo arty. Son muchos, cada vez más, los diseñadores que utilizan las prendas como lienzo o base para estampar, bordar o aplicar elementos de carácter pictórico o escultórico.
Brochazos abstractos, dibujos de artista, iconos de la cultura popular, fotografías de de autor o bordados tridimensionales que hace de cada chaqueta o camisa una pieza especial. El arte como inspiración y como forma de expresión.
Jojhi Yamamoto propone prendas de galería de arte. En algunas vuelca una explosión de color con el rojo como detonante. En otras juega con la dualidad entre blancos y negros para imprimir garabatos con una fuerte carga dramática.
Los trajes llevan la chaqueta entallada, muy estructurada, pero los pantalones varían desde los ajustados hasta los anchos, casi siempre con el bajo situado varios centímetros por encima del tobillo.
Arte urbano
Julien David va más allá y utiliza la ropa y el rostro del modelo para expresarse. Su desfile se enmarca en la tendencia conceptual – tanto por el escenario como por la colección- y yuxtapone mensajes, texturas y colores para hablar de los contrastes de la ciudad.
Y es su colección navega entre los extremos y propone prendas de estilo pop, vanguardistas, pero también básicos que tienen vocación de fondo de armario.
Vemos trajes en tono liso, parkas elegantes y pantalones discretos que se cruzan, en su particular pasarela, con diseños estampados con una naturaleza artística, de arte urbano. Sus flores de asfalto tienen un aroma de cemento.