Muere el fiscal general de Egipto por las heridas sufridas en un atentado
- La explosión ha tenido lugar al paso de su vehículo en El Cairo
- Otras tres personas han resultado heridas
El fiscal general de Egipto, Hisham Barakat, ha muerto este lunes a causa de las heridas sufridas por la explosión de una bomba al paso de su convoy en el noreste de El Cairo, según han informado fuentes médicas y gubernamentales.
Las fuentes del Hospital Internacional Al Nozha, donde fue ingresado tras el atentado, han explicado que Barakat había sido sometido a una intervención quirúrgica debido a una hemorragia interna.
Barakat, de 65 años, fue nombrado para el puesto en julio de 2013, después del derrocamiento militar del entonces presidente Mohamed Mursi, y ha presentado ante la justicia a miles de islamistas en estos dos años.
Otras siete personas, entre ellas dos escoltas del fiscal, han resultado heridas en el ataque.
El fiscal había salido de su vivienda para dirigirse a su puesto de trabajo cuando un coche detonó de manera repentina cerca del convoy. La bomba estaba colocada dentro de un coche aparcado en la avenida Emar ben Yaser en el barrio de Masr al Gedida y junto a la Academia Militar.
La explosión causó importantes destrozos materiales en una treintena de vehículos y en varias viviendas de la zona. Tras el atentado, efectivos de la Defensa Civil y artificieros se han desplazado a la zona para determinar si hay otros artefactos explosivos. Las fuerzas de la Policía militar cerraron al tráfico la avenida Emar ben Yaser y cercaron el área.
El Gobierno acusa a los Hermanos Musulmanes
La autoría del ataque fue asumida por un grupo que se autodenomina Movimiento de Resistencia Popular en un comunicado publicado en su cuenta de Facebook, que fue posteriormente retirado de la red social. La autenticidad de esta nota no se pudo verificar y la envergadura del atentado hace dudar de que este movimiento, que hasta el momento solo ha perpetrado ataques menores, se encuentre detrás del mismo.
Las autoridades egipcias han acusado a miembros de la organización de los Hermanos Musulmanes de mantener "su enfoque violento matando y derramando sangre" de ciudadanos inocentes. "Este crimen es parte del complot terrorista que sufre el mundo y que recientemente ha golpeado Túnez, Kuwait y Francia, y es una extensión de los crímenes cometidos por (el grupo yihadista) Estado Islámico en Irak y Siria, del que la Hermandad es parte", según el Servicio de Información del Estado
Sin embargo, un portavoz de los Hermanos Musulmanes, Mustafa al Jatib, en declaraciones a Efe a título personal, ha desvinculado a la cofradía del atentado y afirmó que "todo ha sido orquestado por los servicios de inteligencia" egipcios para "distorsionar la imagen de los islamistas".
Atentados contra jueces y policías
En Egipto son frecuentes los atentados contra miembros del Gobierno y de las fuerzas de seguridad, más aún desde el golpe de Estado que desalojó del poder al gobierno democráticamente elegido del islamista Mohamed Morsi.
El blanco de estos ataques han sido principalmente los miembros del Ejército y la Policía egipcias, aunque recientemente se han incrementado las amenazas contra el poder judicial, que ha dictado cientos de condenas de muerte y de cárcel contra dirigentes y simpatizantes de grupos islamistas.
A mediados de mayo, tres jueces fallecieron en un ataque contra el minibús en el que viajaban en la ciudad de Al Arish, en el norte de la península del Sinaí. Pocos días después, el grupo yihadista egipcio Wilaya Sina (Provincia del Sinaí), que ha jurado lealtad al Estado Islámico (EI), amenazó con vengarse de los jueces que han condenado a muerte a reos islamistas.
Wilaya Sina, que ha asumido los atentados más sangrientos de los últimos meses, afirmó que esos fallos "fueron pronunciados por tiranos que se denominan jueces".