Vogue decora el Thyssen con sus archivos fotográficos
- El museo cuelga 70 fotografías de grandes artistas inspiradas en la pintura
- Hay obras de maestros como Demarchelier, Leibovitz, Lindbergh y Roversi
- Like a Painting puede visitarse hasta el 12 de octubre de 2015
"Ha sido como hacer un viaje, un viaje de dos años a través de la historia de Vogue que termina en esta exposición". Habla Debra Smith, comisaria de Like a Painting que se estrena en el museo Thyssen. Una muestra que es un recorrido por los archivos de la revista pero también una mirada a los cambios en la fotografía de moda.
"La sucesión de imágenes revela la evolución de la fotografía de moda y de la fotografía en general. Es cierto que ahora es más irreal, pero también noto que hay un cambio y algunos artistas apuestan por lo natural".
Por eso en su recopilación, de setenta imágenes, destacan las obras de Peter Lindbergh y Tim Walker que se alejan del artificio, o las de Irving Penn que permiten apreciar cada poro de la piel.
Diálogo entre fotografía y pintura
Smith, que lleva 14 años trabajando con los archivos de Vogue, confiesa que preparar esta exposición ha sido "difícil pero también fascinante" por lo reveladora. Y es que en cada fotografía se aprecia un detalle o un estilo característicos de la pintura: un relieve escultórico, una luz de carácter pictórica, un trazo renacentista o tonalidades del rococó.
Por eso, al recorrer la exposición, apreciamos a Vermeer, Botticelli, Degas, Hopper e incluso Dalí, grandes de la moda que inspiraron e inspiran a los maestros de la fotografía. También hay guiños a la pintura española del Siglo de Oro, al retrato holandés, a los cuadros de la época victoriana y a los Prerrafaelitas. Son tres décadas de moda y belleza, de luz y color, de texturas y vida se resumen en instántaneas que retratan la belleza femenina en todas sus expresiones, algo que ha hecho la revista Vogue desde su nacimiento en 1892.
Debra Smith, explica que todas las imágenes tienen un hilo conductor, “una atemporalidad en la pose de las modelos, una especie de lapso mental en el que todo está muy quieto
En este viaje en el tiempo por la historia de la moda destacan fotografías que guardamos en la memoria: Carmen Kass convertida en Santa Isabel por el objetivo de Michael Thompson o una frágil Gemma Ward inmortalizada por Paolo Roversi.
El italiano es, quizá, el artista que mejor juega con la luz, capturando en sus retratos instantes intimistas, elegantemente sensuales. Roversi firma además la fotografía de Stella Tennant, la modelo aristócrata, que realizó en 1999 para la revista.
Una revista que ahora desempolva sus archivos para contar que Vogue es mucho más que moda, que es una forma de ver la vida y, ahora nos queda claro, una manera distinta de entender el arte.
La exposición hace un guiño al museo
Las obras elegidas se estructuran en distintas salas y cada una lleva un color. La primera habitación es la más sobria, la pintada de azul hace referencia a las casas del sur de Francia y la sala verde se vincula con los jardines "que tanto le gustan a la baronesa, igual que la pintura impresionista".
Antes de terminar se pasa por la sala tintada en coral. "Es un guiño al museo, a su hall, y acoge las obras más históricas y las de blanco y negro. Escogí ese color para que no pareciera triste". Junto a las fotografías destacan dos vestidos.
Un diseño de Valentino bordado con flores que "me encanta, es muy pictórico, me gusta mucho lo que están haciendo los actuales directores creativos de la firma", dice Smith sobre el trabajo de Maria Grazia Chiuri y Pier Paolo Piccioli.
El otro diseño, que cierra la exposición, es un majestuoso vestido con capa, obra de Guo Pei (autora de la capa amarilla que Rihanna llevó a la gala del Metropolitan). "Nadie puede llevarla porque pesa 60 kilos y, como pasa con el de Valentino, parece una pintura. Por eso solo puede estar en un museo como este".