Tsipras: "No buscamos la colisión con Europa, sino terminar prácticas que han llevado al traste al país"
- Propone acabar con clientelismo, conflictos de intereses y evasión fiscal
- Insiste en pedir la reestructuración de la deuda y la redistribución de esfuerzos
- Asegura que su Gobierno está decidido a aplicar "reformas de verdad"
- El presidente Tusk alerta: esta semana "es nuestra última oportunidad"
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha subrayado que su Gobierno no busca "la colisión con Europa", sino que quiere "acabar con las mentalidades y las prácticas que han llevado al traste a nuestro país". El líder del izquierdista Syriza ha confirmado la solicitud de un nuevo programa de rescate a través del fondo de rescate permanente (MEDE), donde --según su esbozo de las bases de esa petición-- se insistiría en las propuestas de semanas pasadas: reformas que "redistribuyan los esfuerzos y las cargas", un plan que fomente "el crecimiento rápido" y "un diálogo inmediato sobre la sostenibilidad de la deuda griega", que -ha añadido- no debe ser un "tabú".
"Nuestra propuesta incluye reformas creíbles que incluyen la redistribución de esfuerzos y cargas. No rehuimos las reformas, la propuesta prevé una cobertura suficiente de los costes, a la vez que un programa de crecimiento rápido porque, si no, no vamos a salir de esta crisis", ha declarado en su primera comparecencia como primer ministro ante el Parlamento Europeo.
Advierte del riesgo de ruptura
Tsipras ha asegurado que su país ya expuso estas propuestas el martes, en las reuniones con sus socios de la eurozona, y forman parte de la petición del país de un programa con el fondo de rescate permanente (el MEDE, diferente al temporal que asumió los dos rescates griegos previos, y con reglas diferentes), cuyas medidas "se concretarán más en los próximos días".
El líder izquierdista ha advertido quer "lo que se ha llamado crisis griega tiene que ver con la incapacidad de Europa de gestionar una crisis de deuda conjunta. No es una crisis de Grecia, es una crisis de Europa".
Así, ha instado a todos los responsables europeos a seguir con la Historia de la UE, donde "siempre se ha logrado hasta ahora llegar a ententes".
"Por eso tenemos que hablar de una Europa unida. No permitamos hablar de Europa dividida. Vivimos un momento crítico, con un riesgo de ruptura. Todos debemos darnos cuenta de eso y asumir nuestra responsabilidad histórica", ha concluido.
"Queremos poner en marcha reformas de verdad"
"Grecia ha llegado casi a la quiebra porque, durante muchos años, los gobiernos griegos han creado un Estado de clientelismo, con continuos conflictos de intereses entre el poder económico y el poder político, y no se tomó ninguna medida para impedir la salida de capitales", ha señalado el jefe del Ejecutivo griego.
A su juicio, "ninguna de las reformas propuestas hasta ahora ha conseguido terminar con ese conflicto de intereses tan grave entre el poder y los oligarcas".
Según Tsipras, la intención de su Gobierno es "poner en marcha reformas de verdad, que acaben con ese sistema. Poner en marcha medidas que acaben con el oligopolio en sectores vitales de la economía, en sectores que no funcionan bien, y luchar contra la evasión fiscal al mismo tiempo que fomentamos el empleo y apoyamos el esfuerzo emprendedor".
El primer ministro griego ha remarcado que el triunfo del 'no' en el referéndum del pasado domingo le ha proporcionado "un mandato fuerte" para buscar un acuerdo "económicamente sostenible y socialmente justo" que solucione la crisis actual.
En su turno final de palabra, y en respuesta a las intervenciones de los grupos, Tsipras ha vuelto a reconocer la necesidad de reformas en su país. "Las reformas son fundamentales e indispensables, la única forma de lograr el superávit y no el déficit, pero mantenemos nuestra idea de que podemos decidir nosotros con qué medidas logralo", ha explicado.
Al final del pleno, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha insistido: "Necesitamos unidad [dentro de la UE], no porque la unidad sea una idea maravillosa, sino porque es indispensable para tomar decisiones". "Es nuestra última oportunidad", ha sentenciado.
Clara división en la Eurocámara
El debate parlamentario en Estrasburgo que ha seguido a la intervención de Tsipras ha puesto en evidencia divisiones claras entre los distintos grupos de la Eurocámara.
En nombre del Partido Popular europeo, Manfred Weber ha acusado a Tsipras y su Gobierno de ser "extremistas" y les ha responsabilizado de la actual crisis que puede conducir a su abandono de la moneda única.
Dentro también del Grupo popular, Esteban González-Pons ha preguntado al líder heleno sobre el destino del "dinero prestado a Grecia por los españoles", después de que Tsipras asegurara en su discurso que "las ayudas que se han dado hasta ahora [a Grecia], nunca, nunca han llegado al ciudadano griego. Sirvieron para pagar a los bancos europeos".
El político conservador español ha lamentado que el primer ministro pida "solidaridad" a Europa y "no considere injusto que trabajadores de toda Europa paguen por sus errores y los de sus iguales".
Otros grupos, como los socialdemócratas y los liberales, han lamentado la falta de concreción y de actuación del Ejecutivo heleno, y han instado a Tsipras a que ejecute de inmediato las reformas que promete desde la campaña electoral que llevó a la victoria de su partido.
En esa línea, el portavoz del Grupo de los Liberales, el belga Guy Verhofstadt, ha enumerado las cinco reformas que -en su opinión- debe poner en marcha Grecia: acabar con "el sistema clientelista" vigente en el país, recortar el sector público, transformar los bancos públicos en privados, abrir el mercado de las profesiones y "poner fin a los privilegios de armadores, Iglesia, élite econímica, partidos políticos".
"¿Quiere ser recordado como un 'accidente electoral' que llevó a su pueblo al desastre, o como el verdadero 'revolucionario' que modernizó el Estado? Demuestre que es un líder de verdad y no un falso profeta", ha reclamado Verhofstadt a Tsipras.
Por su parte, la socialista española Iratxe García Pérez ha mostrado su solidaridad con el pueblo griego y ha pedido al primer ministro griego y al resto de dirigentes europeos que "dejen de lado sus intereses partidistas", porque "no hay tiempo que perder en reproches, hay que actuar ya". "Hay todavía espacio para el acuerdo, con soluciones justas, y hay que intentarlo. No nos hagan sentir vergüenza del momento que estamos viviendo".
Desde el ala más izquierdista se ha alabado la "valentía del pueblo griego" por su pronunciamiento en el referéndum del domingo contra la austeridad impuesta desde Europa, y se ha lamentado a actitud de las instituciones europeas ante esa convocatoria.
El líder de Podemos y eurodiputado del Grupo Izquierda Unitaria Europea, Pablo Iglesias, ha agradecido al Gobierno griego que haya "levantado la bandera europea de los ciudadanos que dicen que no están de acuerdo con la austeridad".
Iglesias ha argumentado que "Europa no está siendo destruida porque haya ciudadanos que desaprueban las medidas de las instituciones y el FMI". "No destruye Europa quien convoca un referéndum, sino el autoritarismo financiero, la arrogancia alemana y la incapacidad de los gobernantes de defender a sus pueblos", ha opinado el político español, quien ha resumido que "defender Grecia es defender la dignidad de Europa".
El enfrentamiento entre Atenas y sus socios del euro ha sido aprovechado por los grupos euroscépticos, como los liderados por el UKIP británico y el Frente Nacional francés.
El portavoz del Grupo Europa de la Libertad y de la Democracia Directa, el inglés Nigel Farage, ha destacado que esta crisis ha dejado en evidencia "las diferencias culturales irreconciliables entre Alemania y Grecia, entre el norte y el sur. Europa está empezando a morir".
Igual estela ha seguido Marine Le Pen, líder de la ultraderecha francesa y co-presidenta del Grupo Europa de las Naciones y la Libertad, que ha subrayado que la consulta griega ha mostrado "la verdadera cara de las instituciones europeas", que tienen "miedo a que se demuestre que hay vida fuera del euro". "Ya es hora de disolver de forma concertada la zona euro", ha resumido la eurodiputada gala.