El Supremo confirma la condena de 50 años al etarra sorprendido in fraganti poniendo una bomba lapa
- El etarra Raúl Fuentes intentó matar a un policía en Barakaldo en 1991
- La defensa recurrió por dilación la sentencia de la Audiencia Nacional
- El terrorista estuvo fugado 17 años hasta ser detenido en Liverpool en 2012
El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de 50 años de cárcel que la Audiencia Nacional impuso al etarra Raúl Ángel Fuentes Villota, que fue detenido 'in fraganti' armado con una pistola cuando se disponía a colocar una 'bomba lapa' en el vehículo de un policía el 6 de junio de 1991 en Barakaldo (Bizkaia).
La Sala de lo Penal ha desestimado el recurso presentado por la defensa del acusado y le ha considerado culpable de un intento de asesinato, un delito de pertenencia a banda armada y otros de tenencia de explosivos y tenencia ilícita de armas. Además, le ha condenado a pagar las costas causadas en el proceso.
Los magistrados rechazan que los hechos estén prescritos y que se deba rebajar la pena por dilaciones indebidas, porque la demora en el enjuiciamiento se produjo por la "situación de rebeldía en la que se colocó" él mismo y por la revocación de la conclusión del sumario instada por la Fiscalía para incluir a otros procesados. Fuentes Villota llegó a estar en la lista de terroristas más buscados y permaneció huido durante 17 años hasta que fue detenido en 2012 en Liverpool (Reino Unido).
La sentencia, hecha pública este lunes, tiene en cuenta que los policías declararon que este comando portaba armas y 'bombas lapa' y destaca que la declaración del acusado manifestando "desconocer lo que llevaban, se compadece mal con la lógica de las cosas, pues los continuos viajes realizados en el coche de su padre, la llevanza del explosivo, la intervención de elementos, destornilladores, tijeras con la punta rota, la nevera portátil, y otros elementos hábiles para la colocación de la bomba" sostiene su participación en la tentativa de asesinato.
El recurrente pedía atenuar la condena asegurando que no tenía intención de utilizar la pistola que portaba en el momento de su detención para fines ilícitos, algo que rechaza el alto tribunal al entender que hay prueba suficiente para considerar acreditada su pertenencia a la banda terrorista y que llevaba el arma y explosivos para llevar a cabo "un atentado contra un funcionario policial".
Los miembros del comando, sorprendidos por policías
Los magistrados consideran probada la integración de Fuentes Villota en el comando Matalaz de ETA, del que también formaban parte Jon Mirena San Pedro, Raúl Alonso y Germán Urizar de Paz. Los tres cometieron la acción tras formar un grupo de apoyo al comando Vizcaya, que en esa época capitaneaba Juan Carlos Iglesias Chouzas, 'Gadafi'.
En el primer semestre de 199,1 los miembros del Vizcaya facilitaron un curso sobre el manejo de armas de fuego y explosivos a los nuevos integrantes de la organización en un piso de Deusto, al tiempo que les facilitaron material e información sobre posibles objetivos. Siguiendo las instrucciones de los 'liberados', Fuentes Villota realizó vigilancias y recabó informaciones sobre miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, traficantes de droga y otros posibles objetivos.
En la noche del 5 de junio de 1991, el acusado, junto a Urizar de Paz y San Pedro, ya condenados por estos hechos, intentaron colocar una bomba lapa en el Ford Escort de un policía que vivía en la calle Landabeko de Barakaldo pero fueron descubiertos por agentes de Policía que vigilaban la zona. Al oír la voz de "alto", los etarras emprendieron la huída empuñando las pistolas que llevaban aunque finalmente pudieron ser detenidos.
Fuentes Villota dejó la pistola que llevaba encima de un coche, en tanto que los otros dos etarras salieron corriendo y fueron posteriormente detenidos. En el momento de su detención, los agentes intervinieron la 'bomba lapa' que pensaban colocar, así como pistolas, guantes, destornilladores y una tijeras con la punta partida.