El Congreso aprueba el techo de gasto para 2016 con los votos de PP y UPN

• El Congreso también da el visto bueno a los objetivos de déficit y deuda
• Aprueba el real decreto que contiene el adelanto de la rebaja del IRPF

El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, durante el pleno del Congreso.

El Congreso ha aprobado el techo de gasto para 2016 y los objetivos de estabilidad (2016-2018) gracias a la mayoría absoluta del PP y el apoyo de UPN, mientras que el resto de la oposición ha votado en contra por entender que se trata de propuestas poco creíbles.

De esta forma, el Pleno del Congreso ha dado luz verde al límite de gasto no financiero aprobado el pasado viernes en Consejo de Ministros y que fija en 123.394 millones de euros el gasto del próximo año, es decir, 5.666 millones menos que en 2015, lo que se traduce en un 4,4% de bajada.

En el debate en el Congreso, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha insistido en que la España de hoy nada tiene que ver con la de hace tres años y ha subrayado que el país es hoy referente de la recuperación económica en Europa.

"La economía española no puede permitirse el lujo de irse de vacaciones", ha dicho Montoro, quien también ha sugerido que posponer los presupuestos podría introducir elementos de incertidumbre.

En el transcurso del debate, toda la oposición, salvo UPN, ha coincidido en considerar que el cuadro macroeconómico del Gobierno no es creíble y está diseñado en "clave electoral", y además han acusado al Ejecutivo de elaborar unos presupuestos para 2016 "desequilibrados" y alejados de lo social.

Visto bueno a los objetivos presupuestarios de déficit y deuda

El Congreso también ha dado el visto bueno a los objetivos presupuestarios de déficit y deuda, que coinciden con los establecidos en el programa de estabilidad, presentado en Bruselas.

Por ello, en las intervenciones de la oposición han destacado las referencias a las comunidades autónomas, que la oposición considera están castigadas por los objetivos de déficit planteados, por lo que han exigido más flexibilidad y menos "cicatería autonómica".

La nueva senda supone el cumplimiento de unos objetivos de déficit del 4,2% del PIB para 2015; el 2,8% en 2016; el 1,4% del PIB para 2017 y el 0,3% para 2018.

El déficit de la Administración central se reducirá progresivamente hasta alcanzar el 0,2% del PIB en 2018 y el de la Seguridad Social el 0,1% ese mismo año. Mientras tanto las comunidades autónomas y las entidades locales tendrán equilibrio presupuestario en 2018, siguiendo con la política de consolidación fiscal.

En sede parlamentaria, el titular de Hacienda se ha dirigido a quienes "demonizan" la austeridad y ha hecho referencia a las "estrafalarias" recetas económicas que acaban en corralitos y en recortes de pensiones.

El Gobierno ha descartado que haya nuevos recortes en 2016 y ha ligado la reducción al ahorro a los menores intereses de la deuda y a la reducción del gasto en prestaciones por desempleo.

El Congreso aprueba la rebaja del IRPF

Además, el Congreso ha aprobado el real decreto que contiene el adelanto de la rebaja del IRPF y la bajada de la luz, algo que ha sido contestado por la oposición por considerar que fomenta la desigualdad y entender que es electoralista e insolidario, a excepción de UPyD, que ha calificado la rebaja fiscal como un alivio, aunque sea "limitado y temporal".

En la defensa del real decreto, el ministro de Hacienda ha afirmado que el adelanto de la rebaja del IRPF es posible gracias a las reformas acometidas por el Ejecutivo, que han permitido que España "esté a la cabeza de los países grandes de la Unión Europea y que presente las mejores perspectivas".

El ministro ha incidido en que esta rebaja impositiva no se pudo hacer al comienzo de la legislatura por culpa de la recesión. Asimismo, ha destacado que esa política tributaria no era la deseada por el Ejecutivo, pero que sí era la "adecuada" para esa situación.

Montoro ha acusado al PSOE de "oponerse a todo" pero, ha precisado, que negarse a bajar impuestos, a que baje el precio de la luz y a que los mineros se puedan prejubilar es "ir más allá de lo que cualquier guión exige".

Previamente, el portavoz de Hacienda socialista, Pedro Saura, ha acusado al ministro de coger el dinero del bolsillo de las rentas medias y trabajadores para pasarlo al de las rentas más altas y las grandes corporaciones. "Cuando trata de comprar votos por cinco euros, la gente no se lo cree", ha afirmado Saura, quien también ha definido como "electoralismo burdo" las medidas que afectan al sector eléctrico.