Reino Unido restringirá el derecho a la huelga
- El Gobierno de David Cameron tramita una ley para endurecer los requisitos
- Deberá votar el 50% de los afiliados al sindicato que la convoca
- Se penalizarán los piquetes y se permitirá la contratación temporal durante la huelga
El Gobierno de David Cameron, que tiene mayoría absoluta, quiere hacer más difícil convocar una huelga. El Ejecutivo ha presentado este miércoles en la Cámara de los Comunes un proyecto de Ley que restringe los requisitos actuales. Será necesario un mayor porcentaje de apoyo de los votantes, se penalizarán los piquetes y se permitirá a la empresa que contrate personal de apoyo.
Para declararse en huelga deberán votar, al menos, el 50% de los afiliados al sindicato que la convoque. Cuando los paros se realicen en servicios públicos clave, como sanidad, educación, bomberos, transporte, seguridad de fronteras y energía el voto a favor de la huelga deberá ser, como mínimo, el 40% del total de los afiliados.
Actualmente solo haría falta para declararse en huelga una mayoría simple de los participantes en la votación, sin un número definido de votantes.
Prohibición de los piquetes
Otra de las medidas que contempla el proyecto de Ley es prohibir los piquetes de más de seis personas para evitar la “intimidación” de los trabajadores que decidan ir a trabajar, algo que actualmente aconseja, pero no obliga, el reglamento británico.
El texto, además, indica que los sindicatos deberán informar de la huelga con 14 días de antelación, y autoriza a la empresa a contratar a personal para cubrir a los huelguistas.
La norma también dispone que los sindicales deberán elegir expresamente si desean donar parte de su cuota al Partido Laborista. Actualmente esto se hace de forma automática, (aunque los miembros pueden negarse), al ser los sindicatos británicos los fundadores del Partido Laborista a principios del siglo XX (y su principal fuente de financiación).
Críticas de la oposición y los sindicatos
El ministro de Empresa británico, Sajid Lavid, considera que con esta propuesta las nuevas medidas servirán para que “las huelgas solo se lleven a cabo cuando las apoyen una mayoría clara de quienes tienen derecho a voto y se hayan explorado todas las demás opciones”. La Patronal también ha aplaudido la “modernizadora” propuesta legislativa que “refleja mejor las prácticas y la fuerza laboral en la actualidad”.
Sin embargo, tanto los sindicatos como la oposición han tildado este proyecto de Ley como una maniobra política. En este sentido, consideran que la ley “es un ataque innecesarios a los derechos y las libertades civiles de los trabajadores” y que “envenenará la relación entre los trabajadores y sus jefes”.
La legislación sindical y de huelga en Reino Unido es ya una de las más restrictivas de Europa desde que en los años 80 Margaret Tatcher ilegalizara, entre otras cosas, las huelgas generales.