Geodesia, en busca del milímetro en la medición de los cambios terrestres
- Esta ciencia pertime delimitar futuras zonas de riesgo de desastres naturales
- También sirve para usos como el GPS, la creación de catastros o la ingeniería
La Geodesia, ciencia que estudia la forma y las dimensiones de la Tierra, su campo gravitatorio y sus variaciones oceánicas y terrestres, está inmersa en un proceso de mejora de sus técnicas para detectar todos esos cambios con una precisión milimétrica, superando la actual barrera del centímetro.
Sus utilidades son muchas, desde usos globales, como delimitar cuáles pueden ser en un futuro zonas de riesgo de desastres naturales, a más cotidianos como el Sistema de Posicionamiento Global (GPS), la creación de catastros o disponer de la información necesaria para obras de ingeniería como, por ejemplo, la perforación de una montaña para abrir un túnel al tráfico.
El presidente de la Asociación Internacional de Geodesia (IAG), Harald Schuh, ha detallado, en una entrevista con Efe con motivo de su visita a la Universidad de Alicante (UA), que hoy por hoy sus mediciones indican que, por ejemplo, las placas tectónicas terrestres varían su posición entre dos y diez centímetros al año.
Aunque parece una cantidad insignificante, Schuh ha resaltado que estos cambios a largo plazo, entre 50 y 100 años, "sí serían importantes".
Así pues, mejorar las técnicas de medición al milímetro permitiría tener resultados más concretos para periodos de tiempo más cortos, de unos 10 años, según Schuh.
Entre esas técnicas se encuentran el Sistema Global de Navegación por Satélite (GNSS, siglas en inglés), la interferometría de muy larga base (VLBI), las Mediciones Láser por Satélite (SLR) o el sistema francés conocido como Doris.
Evolución espectacular
Cabe señalar que la evolución de la precisión de la geodesia ha sido espectacular y exponencial a lo largo de las últimas décadas, pasando de detectar cambios de 50 centímetros en la década de los 80, a los cinco en los 90, el centímetro en 2000 y con el objetivo del milímetro en este año.
Para lograr esto último, este investigador ha considerado crucial conseguir una estrecha colaboración entre las diferentes agencias científicas internacionales, por ejemplo, utilizando de manera conjunta los más de 130 satélites de distintos países que conforman el sistema GNSS, mencionado anteriormente y entre los que se encuentra el GPS.
Schuh ha explicado que los resultados aportados por la geodesia cuantifican modificaciones en el planeta que resultan muy importantes para la aplicación en otras ciencias como la climatología o la oceanografía y, esto, en un proceso de cambio global y climático como el actual, cobra aún más relevancia.
Ha querido dejar claro que el trabajo de su agencia consiste en ofrecer datos objetivos sobre toda esta situación pero que la prevención sobre las consecuencias que pudieran darse forma parte del ámbito político, un terreno que ha descartado valorar.
Además, Schuh ha considerado la falta de financiación como uno de los problemas principales de la asociación, algo recurrente en los últimos años en casi todos los ámbitos de la ciencia.
Tres líneas de trabajo
La AIG es la organización científica internacional más antigua -tiene más de 150 años- relacionada con el avance de la geodesia, está compuesta por 80 países miembros y dispone de 15 servicios internacionales que funcionan en centros asociados o agencias espaciales.
Su trabajo se centra en tres líneas: los progresos teóricos, el estímulo del desarrollo tecnológico y el análisis de los datos de observación y la representación de la figura, rotación y gravedad de la Tierra.
Schuh también ha resaltado la importancia del campo teórico y, en concreto, de trabajos como el que desarrollan desde el departamento de Matemática Aplicada de la UA, centro educativo que ha visitado esta semana para ofrecer una conferencia y participar como presidente en un tribunal de tesis.
En concreto, el trabajo, elaborado por el doctorando Santiago Belda, se titula "Contribuciones a la observación de la tierra mediante métodos de geodesia espacial" y ha permitido, según el director de la tesis e investigador del citado departamento, José Manuel Ferrándiz, "posicionar a la UA como un referente internacional" en este ámbito.