El PSOE rechaza la reforma electoral del PP y afirma que "gana las elecciones quien gobierna"
- Señala que está hecha "a la medida de sus miedos y su incapacidad para pactar"
- Pedro Sánchez se muestra abierto a negociar la reforma la próxima legislatura
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha rechazado este jueves la reforma de la ley electoral planteada por el PP porque está hecha "a la medida de sus miedos y de su incapacidad" para poder llegar a pactos con otros partidos políticos y ha añadido que "quien gana las elecciones es quien gobierna".
Sánchez ha expresado su negativa a la propuesta que ha llevado el PP al Congreso de los Diputados, en declaraciones a los periodistas tras participar en un foro en Madrid con unos 80 alcaldes socialistas de toda Eapaña para coordinar políticas locales.
El líder del PSOE se ha mostrado abierto a discutir una reforma electoral la próxima legislatura, incluyendo la posibilidad de establecer la fórmula de la doble vuelta, pero ha puntualizado que en política, "tan importante es el fondo, como la forma, como la oportunidad".
"El PP plantea esta modificación imponiéndola en un momento en el que su objetivo es otro bien distinto, que es hacer una ley electoral a la altura de sus miedos y de su impotencia para entenderse con otras formaciones", ha argumentado.
El PP llevó este miércoles al Congreso su propuesta de reforma electoral para los comicios municipales con la idea de forzar el debate con las demás fuerzas políticas, especialmente con el PSOE, aunque previsiblemente no dé tiempo a aprobar dicha reforma antes de que se disuelvan las Cortes.
La propuesta del PP: prima de concejales y segunda vuelta
La propuesta del PP prevé una prima de concejales equivalente a la mayoría absoluta para el partido que obtuviera más del 35% de los votos y, al menos, una diferencia de cinco puntos a la siguiente candidatura.
Esa misma prima la conseguiría la lista que haya conseguido al menos el 30% de los sufragios y una diferencia de diez puntos con el segundo más votado.
Cuando no se produzca ninguno de los anteriores supuestos, el PP propone una segunda vuelta entre las listas que hubieran obtenido más del 15% de los votos, quedando expresamente prohibidas las coaliciones o uniones de candidaturas.
En dicha segunda vuelta, si hay una candidatura con más del 40% de los votos o siete de diferencia con respecto a la segunda, se le adjudicaría la mitad más uno de concejales, y el resto se repartirían en función de los resultados de la primera vuelta.
De no producirse esos supuestos, se repartirían los concejales según la primera vuelta -lo que llevaría a la búsqueda de pactos como se hace ahora-.