Tres detenidos en Toledo por falsificar cartuchos de tinta valorados en 1.200.000 euros

• La Guardia Civil se ha incautado 72.100 consumibles en once naves industriales
• La multinacional afectada podría haber perdido más de 2 millones de euros
• El grupo organizado tenía en Europa una amplia cartera de clientes

La Guardia Civil detiene a tres personas por falsificar cartuchos de tinta valorados en 1.200.000 euros

La Guardia Civil ha detenido a tres personas de nacionalidad china presuntamente por falsificar 72.100 cartuchos de tinta para impresora de una conocida marca valorados en 1.200.000 euros en el polígono industrial de Numancia de la Sagra, en Toledo.

Los agentes han registrado once naves en las que, además de intervenir los consumibles falsificados, han encontrado un listado con el nombre de 357 comercios: 243 en Francia, 92 en Italia y 22 en Holanda, que podrían ser el punto de venta de las empresas europeas que adquirían los cartuchos aparentemente originales a través de una web propiedad de los detenidos.

En la operación también se han incautado 16.800 euros en metálico y varios dispositivos informáticos, según informa la Guardia Civil en un comunicado.

Los individuos, que estaban vinculados a 17 empresas asentadas en naves de las provincias de Madrid y Toledo, podrían haber causado a la multinacional propietaria de la marca unas pérdidas económicas superiores a dos millones de euros.

Modus operandi

Los detenidos utilizaban el transporte marítimo para importar los cartuchos desde China y Taiwán hasta España y otros países de Europa.

El puerto de Valencia era el destino español para desembarcar la mercancía que posteriormente era traslada por carretera hasta la nave de Numancia de la Sagra.

En este punto, los detenidos clasificaban los cartuchos por modelos y los distribuían entre empresas afincadas en España, Alemania, Andorra, Francia, Gran Bretaña, Holanda, Hungría, Italia, Polonia, Portugal y, también, Marruecos, que previamente habrían adquirido los consumibles a través de la web. En cada uno de estos países tenían más de 100 clientes.

Para enmascarar su volumen de negocio, el grupo delictivo cambiaba continuamente de cargo, e incluso, llegaban a dar de baja una sociedad para volver a dar de alta otra con una nueva denominación en la misma ubicación.

Las naves donde instauraban las empresas, que eran alquiladas, algunas de ellas carecían de rótulo en la fachada, mientras que otras conservaban el logotipo de la empresa que funcionaba anteriormente.

Las alarmas saltaron en Holanda, cuando la Guardia Civil interceptó un camión que descargaba en las naves de dos empresas 50.000 cartuchos de tinta ilegales que no coincidían con las patentes de las marcas originales.

Los detenidos podrían ser acusados de un delito contra la propiedad industrial.