La medicina genómica revoluciona el deporte previniendo las lesiones de no contacto
- Un sencillo test evalúa la predisposición de un deportista a sufrir lesiones
- También predice la severidad de esa posible lesión y la capacidad de recuperación
Cada temporada, un club de fútbol medio español suma 300 días de inactividad de sus jugadores por lesiones de no contacto (musculares, ligamentosas y tendinosas) que suponen un 49 % del total, y que provocan unas pérdidas millonarias.
Pero eso podría mitigarse, porque investigadores de SM Genomics, una empresa fundada científicos de la Universidad de Barcelona, han introducido la genética y la genómica en el deporte de forma que, con un sencillo test, pueden evaluar la predisposición de los jugadores a sufrir este tipo de lesiones y, añadiendo otros datos a la ecuación (como la edad, peso o alimentación), poder prevenirlas.
De esta forma deportistas profesionales y amateurs podrían personalizar su actividad física encontrando el equilibrio de hacer deporte de forma saludable y reduciendo su impacto negativo y posibles lesiones.
Este test recibe el nombre de Informe Genético de Lesionabilidad (IGL) y según uno de sus responsables, Oriol Llampayas, podría evitar la mayoría de ese tipo de lesiones: “Practicar deporte es saludable, pero no de cualquier manera, porque también puede tener efectos negativos como lesiones, artrosis prematura, cirugía, dolor y malestar y muchos otros que pueden pasarnos factura cuando tengamos más edad”.
“Por eso -continúa oriol- combinando los conocimientos en medicina deportiva de especialistas como el Dr. Ricard Pruna (F.C. Barcelona) o Rosa Artells, cofundadora de SM Genomics, hemos desarrollado este estudio genético que analiza 20 tipos de polimorfismos (cambios en el ADN de las personas asociados con la elasticidad, regeneración y resistencia de músculos y tendones) que nos dan información sobre la predisposición de cada individuo a sufrir lesiones e incluso los tiempos de recuperación previstos según su genética particular. Gracias a eso se pueden personalizar los entrenamientos para evitar lesiones, sobre todo las musculares”.
Una investigación premiada
Unos estudios que comenzaron, en 2009 y gracias a los que consiguieron el Premio Nacional en Investigación de Medicina del Deporte en 2013. Y que fueron la base de la Tesis Doctoral del Dr. Pruna y de este sencillo test para el que únicamente se necesita una muestra de saliva, para analizar el ADN.
“Pero –remarca Oriol-, los datos de este estudio genético hay que cotejarlos con otras variables como la edad, el peso o la altura del deportista, así como la frecuencia e intensidad con la que hace deporte y otros datos como si han tenido lesiones anteriores. Con todo eso ya se podría hacer una recomendación para un entrenamiento que evite esas lesiones. Y ahí ya entraría el preparador físico del club recomendando ejercicios para reforzar las zonas más débiles o con mayor riesgo de lesión”.
Un test que quiere llegar a todo el mundo
En Europa, el 41 % de la población practica deporte al menos una vez por semana. Dicho colectivo padece al año más de 2,6 millones de lesiones de no contacto, lo que puede derivar en caras hospitalizaciones, discapacidades crónicas y una perdida de calidad de vida.
“No se puede practicar cualquier deporte –asegura Oriol-. Hay que encontrar un equilibrio y hacer un deporte adecuado a tu edad, tu peso y otras condiciones físicas. Y la genética nos puede ayudar en eso, porque hacer deporte de forma inadecuada nos puede traer más problemas que beneficios”.
De momento, este test se ha empezado a aplicar en el fútbol profesional, pero la idea es que llegue a todo el mundo: “Hemos comenzado con Clubs de fútbol profesionales, tanto españoles como europeos, pero a partir de finales de 2015 también queremos dirigirlo a aficionados o semiprofesionales del deporte, porque hay un mercado de medio millón de personas que practican deporte habitualmente y creo que les puede interesar”.
En cuanto a su posible comercialización, de momento están sondeando el mercado: “No podemos decir un precio todavía para comercializarlo, porque estamos estudiando costes entre 400 y 600 euros, pero los estudios de mercado dicen que la gente no estaría dispuesta a pagar más de 300, así que todavía no lo hemos decidido”.
“Lo más importante es que este test se haga por prescripción médica y bajo la supervisión de un especialista” –añade Oriol-.
“No es un test para evaluar a un jugador al que se quiera fichar”
Oriol también quiere dejar claro que no es un test para evaluar a un jugador al que se quiera fichar: “Me lo han preguntado más de una vez, pero no queremos venderlo en ese sentido. Un club tiene que ver si le interesa un jugador y luego, una vez fichado, sí le puede aplicar este test para comprobar cuáles son los riesgos de que se lesione y así diseñar un entrenamiento personal que reduzca al mínimo esos riesgos y le ayude a mejorar el rendimiento”.
Pero este test tampoco es milagroso, como nos comenta Oriol: “Caer lesionado no es un factor genético. La genética cada vez juega un papel más importante en el deporte y en la vida, pero no lo es todo; hay otros factores, desde la propia suerte del deportista a factores como la alimentación, el sueño, los cuidados, el calentamiento, el terreno de juego, e incluso las zapatillas. Pero nuestro test es un dato muy valioso para que los clubs o federaciones deportivas lo usen para preparar y planificar mejor sus entrenamientos de forma personalizada”.
Un proyecto que quiere llegar a todos a través del Crowfunding
Todos sabemos lo cara que es la investigación en España y la práctica inexistencia de ayudas oficiales, por eso SM Genomics ha lanzado una campaña de crowfunding que permite que cualquier persona interesada pueda participar en este interesante proyecto.
Para lanzar el ILG al mercado del deporte amateur se necesitan 450.000 euros de los que esperan conseguir 150.000 a través de esta campaña de crowfunding liderada por CapitalCell. Tenéis toda la información en esta página.
Sin duda un proyecto revolucionario que podría cambiar el mundo del deporte.