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EEUU y Turquía acuerdan una zona libre de yihadistas de más de 100 km en el norte de Siria

  • No se ha tratado la creación de una zona de exclusión aérea
  • Turquía pretende que se resguarden en ella los sirios refugiados
  • La estrategia no convence del todo a Ankara

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Soldados turcos y estadounidenses, con un Air Force A400M al fondo
Soldados turcos y estadounidenses, con un Air Force A400M al fondo

Estados Unidos y Turquía han acordado los detalles para la creación de una "zona segura", libre de combatientes del Estado Islámico (EI), en la frontera entre Turquía y el noroeste sirio, según ha informado este lunes The Washington Post.

El área tendrá más de 100 kilómetros de extensión y que se situará en la frontera, a unos 65 kilómetros hacia el interior de Siria.

Estará libre de yihadistas (a los que pretenden desplazar) y controlada por las fuerzas moderadas opuestas al régimen del líder sirio Bachar el Asad, según han informado al diario funcionarios turcos y estadounidenses.

Un área segura para los refugiados sirios

Turquía pretende que esta zona sirva de refugio seguro para algunos de los alrededor de dos millones de sirios que han huido de la guerra civil a través de la frontera con Turquía.

La "zona segura" se extendería por el norte de la provincia de Alepo, entre las localidades de Azaz y Jarabulus, una región controlada en su mayor parte por el Estado Islámico que se la disputa a fuerzas kurdas y grupos rebeldes sirios.

Aún queda por decidir la composición de las fuerzas opositoras sirias que deberían tomar el control de la superficie, una vez se consiga desplazar a los yihadistas suníes del EI.

No obstante, la estrategia no llega a satisfacer la demanda de Ankara de crear una zona de exclusión aérea a lo largo de la frontera con Siria.

Fuentes estadounidenses han asegurado que, por el momento, no se ha tratado la creación de una zona de exclusión aérea, ya que el objetivo es "establecer una zona libre del EI para obtener más seguridad y estabilidad a lo largo de la frontera con Turquía".

La semana pasada, Turquía permitió a Estados Unidos el uso de la base aérea de Incirlik para realizar vuelos con cazas armados y reforzar la lucha contra posiciones del Estado Islámico.

Turquía, por su parte, ha intensificado sus ataques aéreos contra el EI, pero también contra la guerrilla kurda en el norte de Siria, después del atentado suicida contra una reunión de cooperantes de izquierda en la ciudad fronteriza de Suruc, que causó más de 30 muertos y ha que elevado la tensión en el país.

La OTAN ha convocado para este martes una reunión del Consejo del Atlántico Norte a petición de Turquía, que ha invocado el artículo cuatro de defensa colectiva por amenazas a la integridad territorial de un miembro.

EEUU no cree que la OTAN se implique en la ofensiva turca en Siria

La ofensiva iniciada por Turquía contra el Estado Islámico en la frontera siria significa una mayor implicación de Ankara en la lucha contra los yihadistas, pero no supone que la OTAN vaya a participar directamente en este conflicto, según ha indicado este martes en una entrevista a Efe el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken.

"Lo que está en la mesa no es una mayor implicación de la OTAN" en la frontera turco-siria, por lo que esta posibilidad no será tratada en la reunión que celebrará el martes en Bruselas el Consejo del Atlántico Norte, subrayó Blinken.

Así, ha insistido que lo que se tratará en dicha reunión “son sólo consultas, se trata de buscar juntos donde está el problema y cómo abordarlo", y ha recordado que ya existe una coalición compuesta por más de 16 países, entre ellos algunos miembros de la OTAN, que tratan de luchar contra la amenaza yihadista.

Para Blinken, la ofensiva turca, que también afecta a posiciones del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en su propio territorio, ha supuesto la toma de conciencia por parte de Ankara de que el EI es una "amenaza global".