El Centro García Lorca de Granada abre sus puertas sin su legado tras años de desencuentros
- Aún no hay fecha para la llegada de los 5.000 documentos que conforman el legado de Lorca
- Desencuentros entre la Fundación Lorca y el Centro han retrasado 10 años su apertura
- Para septiembre están programadas las primeras exposiciones
La apertura del Centro García Lorca de Granada cierra este miércoles un largo periplo de más de una década de contratiempos económicos, desencuentros institucionales y dudas sobre su gestión que no culminará del todo hasta que se cumpla el fin para el que fue concebido: albergar el legado del poeta.
Aunque el centro, un edificio de corte vanguardista ubicado en la céntrica plaza de la Romanilla, abrirá esta tarde de miércoles con el acto de inauguración oficial, aún no hay fecha para la llegada de los más de 5.000 documentos lorquianos que componen el legado de Federico, actualmente custodiados en la Residencia de Estudiantes de Madrid.
Juan García Montero, gerente en funciones del consorcio del Centro Lorca, integrado por el Ministerio de Cultura, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento y la Diputación de Granada, confía en que el próximo otoño el legado pueda quedar depositado en la cámara acorazada que ha sido instalada en el edificio para albergarlo.
La apertura del centro, todavía sin el legado del poeta, ha provocado críticas como las de IU, que reclama agilizar la titularidad y depósito público de los mismos, y cuestiona la versión oficial de que no han sido aún trasladados por problemas técnicos. El partido teme desencuentros con la Fundación García Lorca, entidad privada propietaria de los documentos y presidida por la sobrina del poeta granadino, Laura García Lorca, que provoquen nuevos retrasos en la llegada del legado a Granada.
El comienzo de las exposiciones, programado para septiembre
Los nuevos estatutos del consorcio, publicados recientemente, excluyeron del mismo a la Fundación, encargada ahora de la coordinación del Instituto de Estudios Lorquianos y, por tanto, de la programación cultural del centro, que arrancará el próximo mes de septiembre con la primera de las exposiciones programadas.
Estos cambios estatutarios coincidieron con las dudas en torno a la gestión económica del centro por parte de la Fundación García Lorca, a quien inicialmente se encomendó esa tarea.
La Fundación es cuestionada por no haber justificado cantidades millonarias destinadas a la puesta en marcha del edificio, lo que ha derivado en la presentación de una denuncia de su presidenta, Laura García Lorca, contra el exsecretario de la entidad, Juan Tomás Martín, por presunta falsedad documental y apropiación indebida.
Esa falta de justificación de hasta 4,5 millones de euros de fondos públicos procedentes del Ministerio de Cultura y la Junta de Andalucía, unida a otras deudas millonarias contraídas por préstamos hipotecarios y con Ferrovial, la empresa encargada de las obras, ha estado detrás de los últimos retrasos en la apertura del centro, que inició su andadura en 2005 con la firma institucional del convenio.
4.700 metros cuadrados dedicados a Lorca
El edificio suma 4.700 metros cuadrados construidos en dos volúmenes en los que se distribuyen la planta baja, concebida como una extensión de la plaza de la Romanilla, donde se ubica, y que cuenta con un auditorio movible con distintas utilidades; la superior, destinada al archivo y las oficinas; el sótano, para la sala de exposiciones, que recibe baños de luz por los costados, y la cámara acorazada donde se custodiará el legado.
Durante un recorrido guiado por las instalaciones, el equipo mexicano de arquitectos autor del proyecto ha explicado que han pretendido con este diseño impregnar el edificio de una de las características de Lorca: su "entrega" a la ciudad y sus gentes.
De ahí que la planta baja haya sido concebida como una extensión de la plaza de la Romanilla, ha indicado Mónica Juvera, miembro del equipo, que ha resaltado también el simbólico color rojizo de la cámara acorazada de un edificio pensado prioritariamente para conectar con la ciudad, según el arquitecto Boris Bezan.
Tras su apertura, objetivo prioritario para poder justificar los fondos llegados de Noruega, Islandia y Liechtenstein, el centro, en el que se han invertido más de 20 millones, permanecerá abierto al público durante el mes de agosto para ofrecer visitas guiadas.