Julio se despide con una 'luna azul'
- Ese es el nombre que recibe la segunda luna llena de un mismo mes
- Un fenómeno que ocurre aproximadamente cada dos años y medio
- El nombre no obedece al color del satélite sino a la traducción del inglés
Julio tendrá este viernes, día 31, su segunda luna llena. Este fenómeno se conoce como 'luna azul' y ocurre aproximadamente cada dos años y medio.
Según han señalado los expertos, la luna llena se da cada 29 días, por lo que es muy difícil que todos los años se produzca un fenómeno de estas características. De este modo, julio se convierte en el mes de la 'luna azul' ya que se produjo una luna llena el pasado día 2 y ahora el fenómeno se repetirá el viernes 31.
Los astrónomos han indicado que no existe relación alguna entre este fenómeno y la época del año, es decir, que se podría producir en cualquier mes del año, excepto en febrero, que al tener 28 días no puede tener 'luna azul'.
En 1999, hubo dos meses de 'luna azul' en un mismo año, en enero y en marzo. De hecho, los expertos indican que entre tres y siete veces en cada siglo hay dos lunas azules en un mismo año. Debido a que el mes de febrero es el único cuya duración es inferior al ciclo lunar, la primera siempre se produce en enero y la segunda, en orden decreciente de probabilidad, en marzo, abril o mayo.
Finalmente, los astrónomos destacan que el nombre del fenómeno no tiene nada que ver con la apariencia del satélite. El término 'luna azul' se tradujo literalmente del inglés, en donde 'azul', en este caso, tendría el significado de 'traidor'.
Las auténticas lunas azules
Sin embargo, en raras ocasiones, la Luna puede tornarse azul. Una Luna verdaderamente azul por lo general requiere de una erupción volcánica. En 1883, por ejemplo, la gente vio lunas azules casi todas las noches después de que el volcán indonesio Krakatoa explase con la fuerza de una bomba nuclear de 100 megatones. Penachos de ceniza se elevaron a lo más alto de la atmósfera de la Tierra y la Luna ... se volvió azul.
La razón de ese cambio de color fue la ceniza del Krakatoa. Algunos de los penachos se llenaron con partículas de 1 micra de ancho, aproximadamente la misma que la longitud de onda de la luz roja. Las partículas de este tamaño especial dispersan fuertemente la luz roja, mientras que permiten el paso de la luz azul. Por tanto, las nubes del Krakatoa actuaron como un filtro azul.
También se vieron lunas de color azul en 1983 después de la erupción del volcán El Chichón en México. Y hay informes de lunas azules causadas por el monte Santa Helena en 1980 y el Monte Pinatubo en 1991.
Los incendios forestales pueden causar el mismo efecto visual. Un ejemplo famoso es el fuego muskeg gigante de septiembre 1953 en Alberta, Canadá. Nubes de humo que contenían gotas de aceite de tamaño micrométrico produjeron la visión de lunas azules desde América del Norte a Inglaterra. Los incendios forestales de verano a menudo producen humo con una gran cantidad de partículas de ese tamaño, capaces convertir la Luna en azul.
La luna roja
Otras veces la Luna puede volverse de color rojo. A menudo, cuando la Luna está baja, se ve de color rojo por la misma razón que los atardeceres son rojos. La atmósfera está llena de aerosoles mucho más pequeños que los inyectados por los volcanes. Estos aerosoles dispersan la luz azul, dejando la luna de color rojo.
Por esta razón, las lunas llenas rojas son mucho más comunes que las lunas llenas azules.