Una molécula protege al cerebro de los daños del botellón
- Es un compuesto que tiene propiedades antiinflamatorias frente al daño cerebral
- Dicha molécula podría usarse para tratar cualquier tipo de abuso al alcohol
- También podría servir para amortiguar el efecto de las resacas
Un equipo de científicos españoles ha identificado una molécula capaz de prevenir los efectos que el consumo abusivo e intensivo de alcohol (tipo botellón) tiene en el cerebro.
El efecto de la molécula, denominada OEA (oleoiletanolamida), se ha probado en ratas y los investigadores han logrado reducir la neuroinflamación y los efectos tóxicos que produce la ingesta de alcohol en el cerebro.
La responsable de este trabajo es Laura Orío, de la Universidad Complutense de Madrid, quien ha obtenido el Premio Joven Investigador de la Sociedad Internacional de Investigación sobre Drogas.
Orío ha explicado a Efe que los niveles elevados de alcohol en sangre producidos por una ingesta intensiva provocan un impacto negativo en el cerebro, ya que en él se da una respuesta inmune e inflamatoria descontrolada que provoca mayor toxicidad cerebral, que afecta, entre otras áreas, a la corteza cerebral.
Hasta ahora, esta molécula había sido estudiada en relación al apetito (lo controla).
Para este estudio, Orío y su equipo administraron a los modelos animales alcohol y la citada molécula a la vez y comprobaron que esta última es capaz de reducir la neuroinflamación exacerbada.
“Constatamos que este compuesto (OEA) tiene propiedades antiinflamatorias frente al daño cerebral”, según esta científica.
Amortiguar la resaca
En cuanto a si serviría para amortiguar la resaca, Orío ha relatado que en este estudio no se ha comprobado esto, aunque “no es descabellado” pensar que podría tener algún efecto, ya que en estudios previos han constatado que podría actuar frente a la anhedonia (estado emocional negativo).
Además, otro grupo de investigadores españoles, con los que colabora habitualmente, ha demostrado que la molécula actúa positivamente, por ejemplo, en los procesos de abstinencia.
El siguiente paso será comprobar este efecto preventivo del daño cerebral en humanos, para lo que ya ha han empezado a reclutar a estudiantes de la UCM, ha detallado esta investigadora.
Si las investigaciones continúan su curso y los resultados son buenos, “en un futuro se podrá conseguir una buena terapia farmacológica para tratar cualquier tipo de abuso al alcohol”.
Este trabajo Orío lo presentará en el congreso de la Sociedad Internacional de Investigación sobre Drogas que tendrá lugar del 18 al 21 de agosto en Sidney, Australia.