Birmania pide ayuda internacional para asistir a más de 210.000 afectados por las inundaciones
- La cifra oficial de fallecidos se eleva a los 47
- El Gobierno reconoce que su respuesta ha sido "débil"
- El estado de Rakáin, donde viven los refugiados rohinyás, es el más afectado
El Gobierno de Birmania (actual Myanmar) ha solicitado este martes ayuda internacional para asistir a los más de 210.000 damnificados por las inundaciones que azotan el país.
47 personas han muerto hasta el momento, según datos oficiales, aunque aún hay zonas aisladas a las que no se ha podido acceder, por lo que la cifra final puede ser superior.
El Gobierno reconoce su débil respuesta
"La débil respuesta del Gobierno al desastre ha provocado errores en los esfuerzos de evacuación", ha reconocido Ye Htut, ministro de Información y portavoz de la oficina presidencial.
China ya ha comenzado a enviar suministros de emergencia.
La solicitud del Gobierno birmano contrasta con la actitud de la Junta Militar en 2008, cuando el tifón Nargis arrasó el país. Entonces, la Junta rechazó cualquier ayuda externa.
Ahora, el Ejecutivo, que afronta elecciones en noviembre, dirige la respuesta a las inundaciones, pero las operaciones sobre el terreno siguen siendo responsabilidad del Ejército.
El estado de Rakáin, el más afectado
Las regiones central y occidental de Birmania, y en especial el estado de Rakáin, son las zonas más afectadas después de dos semanas de copiosas lluvias provocadas por el ciclón Komen, que tocó tierra la semana pasada en la vecina Bangladesh.
En Rakáin viven unas 140.000 personas desplazadas, en su mayoría musulmanes rohinyá que han huido de la violencia religiosa.
En el estado de Chin, fronterizo con India y Bangladesh, los corrimientos de tierras dificultan las labores de rescate. Las carreteras están cortadas y la lluvia continua hace imposible acceder a las poblaciones en helicóptero.
La ONU ha advertido también de que la inundación de campos de cultivo puede causar problemas de abastecimiento de alimentos.
Casi cada año, las copiosas lluvias del monzón que caen entre junio y octubre causan inundaciones en Birmania, uno de los países más pobres del sudeste asiático.