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Los socialdemócratas noruegos regresan a Utoya cuatro años después de la matanza de Breivik

  • En los atentados de 2011 fallecieron 93 personas
  • El campamento de las juventudes reabre sus puertas tras la renovación de la isla
  • El tiroteo en la Universidad de Oslo no tiene vínculos "extremistas o terroristas"

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Activistas colocan banderas del Partido Laborista noruega (UAF) en Utoya, en los preparativos de la reapertura del campamento
Activistas colocan banderas del Partido Laborista noruega (UAF) en Utoya, en los preparativos de la reapertura del campamento

La isla de Utoya, en Noruega, volverá a albergar desde este viernes el campamento de verano de las juventudes socialdemócratas noruegas (UAF, en sus siglas noruegas), cuando se cumplen cuatro años desde la matanza perpetrada por Anders Breivik en la isla, que se cobró un total de 93 vidas.

En el campamento de 2015 participará algún superviviente de la masacre y se espera que miles de jóvenes activistas noruegos pasen por la pequeña isla en forma de corazón entre el viernes y el domingo.

El 22 de julio de 2011, Breivik abrió fuego durante casi una hora contra los 560 jóvenes que asistían al campamento socialista en la isla situada al sur de Oslo, sembrando el pánico entre los adolescentes allí presentes.

El terrorista había colocado previamente una bomba cerca de la sede del Gobierno en Oslo, que entonces se encontraba a cargo del partido socialdemócrata. En la explosión fallecieron ocho personas. El por entonces primer ministro noruego, Jens Stotelberg, condenó los atentados calificándolos de “tragedia nacional” y “pesadilla”, y declaró su intención de “recuperar Utoya”.

Una nueva página en la historia de Utoya

El líder de la UAF, Mani Hussaini, ha reconocido que este nuevo campamento de verano será "especial" y que el retorno de los jóvenes a Utoya ayudará a "escribir una nueva página en historia de la isla".

"La nueva Utoya debe ser un lugar donde recordemos, donde aprendamos y donde cultivemos elcompromiso político", ha apuntado Hussaini.

Algunos familiares de las víctimas intentan recuperar la normalidad, con la idea de que los jóvenes puedan volver a jugar al fútbol y celebrar debates políticos apasionados en el mismo lugar donde murieron sus hijos.

Una superviviente del tiroteo, Willa Astrid Eide Hoem, ha decidido regresar este año. "Es importante para la UAF como organización y para mí como persona. Utoya debe seguir siendo un taller donde los jóvenes aprenden la democracia, la política y el compromiso”, ha declarado a AFP.

Para otros, sin embargo, es demasiado pronto. "No estoy segura de querer volver al campamento, así que prefiero esperar a tener muchas ganas", ha declarado a la AFP Stine Marie Hogden, un activista de 21 años, que consiguió escapar de las balas al esconderse en un acantilado.

La isla tiene un nuevo aspecto

Desde los atentados del verano de 2011, la isla de Utoya ha recibido algunas visitas ocasionales, sobre todo de las familias y supervivientes de la tragedia, pero no ha vuelto a albergar el campamento socialista. Así, en 2012, la colonia fue cancelada, y los dos años siguientes el campamento se llevó a cabo en otro lugar.

La isla ha sido reformada y tiene un nuevo aspecto. Gracias a cientos de voluntarios y donaciones, se han levantado nuevos edificios de madera como señal de respeto por la tragedia que azotó la isla.

La cafetería, donde 13 jóvenes perdieron la vida, iba a ser inicialmente demolida, pero finalmente será conservada con los agujeros de bala realizados por Breivik.

Asimismo, un monumento bautizado como "el claro" ha sido construido en el bosque de la isla. En él, se evoca la cohesión y la eternidad en un cilindro de metal rodeado por pinos donde se encuentran inscritos 60 nombres de las víctimas mortales.

La condena de Breivik, quien cumple la máxima pena de prisión en Noruega, de 21 años, podría prorrogarse indefinidamente si todavía se considera un peligro para la sociedad.

El claro, monumento en homenaje a las víctimas del atentado de Breivik en 2011

El claro, monumento en homenaje a las víctimas del atentado de Breivik en 2011. AFP

La policía detona un objeto sospechoso en la Universidad de Oslo tras el tiroteo a un vigilante

El nuevo campamento de verano de la UAF renace después de que la policía noruega haya detonado este miércoles un objeto sospechoso de ser una bomba en el campus Blindern de la Universidad de Oslo, horas después de que un guardia de seguridad fuera tiroteado por dos personas en el mismo lugar.

Sin embargo, la policía noruega ha anunciado que por el momento no hay indicios que relacionen el tiroteo en la Universidad de Oslo con círculos extremistas o terroristas. Así, el jefe de los servicios secretos noruegos (PST), Erik Haugland, ha indicado en rueda de prensa que "por el momento nada indica" una relación entre los hechos registrados en el campus de Blindern y entornos "extremistas o terroristas".

El jefe de la policía de Oslo, Johan Fredriksen, ha explicado en una rueda de prensa posterior que, tras una evaluación preliminar, probablemente no contenía "explosivos reales", aunque se seguirán analizando los restos.

El objeto, que estaba "obviamente diseñado para parecer una bomba" y "para crear miedo", según la policía, fue hallado la mañana del miércoles frente a la Facultad de Físicas. El empleado recibió en el pecho el impacto de una de las cinco balas del calibre 22 disparadas, pero solo se encuentra herido leve, al llevar un chaleco antibalas en el momento del ataque.

La policía ha iniciado una investigación criminal por intento de asesinato por el tiroteo del guarda y se ha hecho con las imágenes de las cámaras de seguridad, aunque todavía no han sido analizadas.