Los buitres marcados con GPS sirven para luchar contra el uso ilegal de veneno
- Seis ejemplares muertos en un vertedero de Avila habían sido marcados por WWF
- La campaña 'Lucha contra el veneno, acciones clave' quiere acabar con los cebos envenenados
Los buitres marcados alertan del uso ilegal del veneno en la naturaleza, tras la aparición de seis ejemplares muertos en un vertedero de Avila. Estos buitres habían sido marcados por WWF y la Fundación Biodiversidad, que urgen a actuar cuanto antes ante este hallazgo.
Así, bajo la campaña Lucha contra el veneno, acciones clave, la ONG y la Fundación Biodiversidad, están tratando de impulsar la lucha contra el uso ilegal de cebos envenenados.
Mediante los buitres marcados Peñalara y Escobalón, estas entidades están recabando información sobre el comportamiento de esta especie amenazada por el veneno. De momento, se sabe que estos ejemplares marcados se alimentan "de forma puntual" en el mismo Centro de Tratamiento de Residuos de Avila donde se acaban de encontrar muertos otros seis buitres negros. Este hallazgo demuestra la urgencia de actuar cuanto antes para evitar nuevas muertes.
Las acciones estratégicas con actores clave buscan impulsar algunas de las herramientas más reconocidas por su eficacia para combatir el uso ilegal de cebos envenenados.
En concreto, señalan que la mejora de la formación de los técnicos responsables de la aplicación de la normativa disponible, el desarrollo de las patrullas caninas para la detección de los cebos envenenados o el seguimiento de especies muy sensibles a los envenenamientos, como el buitre negro o el águila imperial ibérica.
El trabajo conjunto ha concluido con este seguimiento que estos dos buitres marcados en el centro de la Península han visitado para alimentarse puntualmente el vertedero ETRSU de Urraca Miguel, en Avila y advierten de que esto supone un "riesgo" para su saludo y la de su prole.
Seis buitres muertos
Prueba de este peligro es el hallazgo estos días de seis buitres muertos en una semana en este mismo vertedero por el Colectivo Azálvaro, que teme un posible envenenamiento o intoxicación a causa de la ingesta de basura, pero todavía no se conocen los resultados de las necropsias.
Así, la ONG insiste en que el marcaje científico de aves con emisores GPS facilita el seguimiento y su localización en caso de incidencia por el veneno, facilitando la pronta intervención de los agentes de la autoridad, lo que incrementa la probabilidad de detectar pruebas y de localizar a los posibles infractores.
Esto es lo que se está realizando con los dos buitres negros Peñalara y Escobalón marcados en el proyecto 'Lucha contra el veneno, acciones clave'.
Peñalara tiene ocho años y desde 2011 forma parte de esta investigación para luchar contra el veneno. Según los datos de su GPS, el buitre se instaló en el Parque Nacional de Guadarrama, después visitó otras colonias de su misma especie situadas en el sur de Salamanca y el norte de Cáceres y ahora ha vuelto a Guadarrama, donde se está reproduciendo. Además, los datos muestran que para su alimentación utiliza preferentemente las provincias de Segovia y Madrid.
Escobalón tiene seis años y nació en la Zepa 56 'Encinares de los ríos Alberche y Cofio', en Madrid. Desde entonces, ha volado por Galicia y Portugal, además de Toledo y Avila para volver de nuevo cerca de Madrid este año. En concreto, este año se encuentra criando en la reserva natural abulense del Valle de Iruelas, desde donde se desplaza regularmente a distintas zonas de la Comunidad de Madrid para alimentarse.
Como curiosidad, WWF destaca que la distancia máxima a la que se ha desplazado desde su nido ronda los 70 kilómetros y durante este periodo reproductor ha recorrido casi 4.000 kilómetros en busca de alimento.
Otras especies amenazadas
En el marco de este proyecto y con el apoyo técnico de GREFA, WWF hará el seguimiento de estos dos buitres durante todo el año. La evolución de ambos ejemplares se podrá seguir a través de la página web del Proyecto (http://www.wwf.es/luchaveneno), donde ser irán mostrando periódicamente las rutas de Peñalara y de Escobalón.
En las próximas semanas está previsto el marcaje de otros dos ejemplares de especies altamente sensibles al uso del veneno, como el águila imperial o el alimoche para proceder a su seguimiento.
El proyecto incluye también otras acciones de seguimiento con voluntarios de otras especies, muy sensibles al envenenamiento, como el milano real, mediante el control invernal de dormideros y servirá para recopilar la información disponible en España desde que se comenzaron a registrar casos de envenenamiento de especies hasta la actualidad.