'Señor Manglehorn' o la reinvención de Al Pacino
- RTVE.es entrevista a David Gordon Green, director de la cinta
- "Quería mostrar una cara diferente de Al Pacino", revela el cineasta
- Señor Manglehorn, que se estrena el viernes 14, homenajea la carrera del actor
Una leyenda del cine, Al Pacino, y un director promesa del cine indie convertido en realidad, David Gordon Green, que encargó un guion ex profeso para uno de sus actores fetiches para que este pudiera luego tirarlo por la ventana e improvisar. El resultado: Señor Manglehorn, una extraña fábula y mágica película que reinventa al actor estadounidense de 75 años y que llega a las pantallas españolas este 14 de agosto.
El origen del proyecto es realmente rocambolesco: David Gordon Green (Superfumados, Prince Avalanche, Joe) fue evacuado de un huracán en Teachy (Carolina del Norte) y acabó perdido en una calle de nombre Mangle Horn, que se le quedó grabado y pensó que podía ser un buen título para una película. Meses después tuvo un encuentro con Al Pacino, uno de sus ídolos, para que protagonizara un anuncio, proyecto que finalmente no salió adelante, pero sí se imaginó al actor llamándose "Señor Manglehorn". Como añadido final, el cineasta tuvo que cambiar las cerraduras de su casa y encontró en la cerrajería del barrio el lugar perfecto para situar al personaje, así que le encargó a su vecino y amigo Paul Logan que hiciera un guion con todo esto.
En la película, el señor Manglehorn (Al Pacino) es un solitario cerrajero que nunca se ha recuperado de la pérdida del amor de su vida, Clara, y vive obsesionado con su recuerdo. Se siente más próximo a su querido gato que a la gente que le rodea. Con todo, mantiene sus leves vínculos humanos al tener un contacto intermitente con su hijo (Chris Messina), al enorgullecerse inapropiadamente de un antiguo protegido que se ha descarriado (el cineasta Harmony Korine), y al establecer una cauta amistad con una mujer bondadosa que es cajera del banco de la localidad (Holly Hunter). A medida que este hombre solitario se acerca a un posible nuevo amor, cada vez se ve más en la encrucijada entre seguir atrapado en el pasado o afrontar el presente.
Una "cara diferente" de Al Pacino
Green se ha revelado como un cineasta especialista en poner en situaciones inéditas a actores consagrados, como hizo con Nicholas Cage en Joe (2013), y en Señor Manglehorn nos regala al mejor Al Pacino (la saga El padrino, El precio del poder, Esencia de mujer) en años.
"Quería hacer una película que mostrara una cara diferente de Al Pacino. De voz suave, melancólico, triste y luego descubrir el buen corazón que tiene el personaje. Diseñamos un personaje y luego creamos una producción que simplemente fluyera de forma natural, que fuéramos capaces de trabajar con Al Pacino y hacer un montón de improvisación y sacar adelante algo realmente divertido", explica en una entrevista telefónica con RTVE.es David Gordon Green desde Nueva York, en una pausa del rodaje de su nuevo proyecto.
El actor de origen italo-estadounidense llena la pantalla de forma magistral y asume el reto de la improvisación sin despeinarse, una forma de trabajar que es marca de la casa de Green, quien confiesa que fue una "experiencia preciosa" el ver a Pacino apoderarse del personaje: "Aprendí muchísimo simplemente viendo cómo aporta verdad y honestidad a la hora de crear un personaje".
Pero Señor Manglehorn, que compitió por el León de Oro en la Mostra de Venecia de 2014, va más allá y se convierte en un auténtico homenaje a la carrera de Pacino: "Hacemos algunas pequeñas referencias de las que se darán cuenta gente que conozca realmente bien sus películas", explica el cineasta. Algunas líneas de guion de El precio del poder (Scarface, 1983) y Atrapado por su pasado (Carlito's way, 1993), decorados de Tarde de perros (1975), el león de peluche en referencia a Espantapájaros (Scarecrow, 1973)... pequeños regalos para el espectador atento.
A Pacino le acompañan una Holly Hunter con la que Green estaba deseando trabajar también y que encarna a Dawn, el que probablemente sea el personaje más infeliz de la película, y el director de cine Harmony Korine como Gary: "Fue muy divertido. Lo conozco desde hace mucho tiempo y fue una fantástica experiencia el ser capaz de meterme en el ring con dos tipos que realmente son grandes actores y grandes directores y ser capaces de combinar todos los esfuerzos y energías… Fue una maravillosa experiencia", relata Gordon Green, que duda un momento al ser preguntado por otro director al que le gustaría dirigir: "Werner Herzorg sería increíble".
El realismo Green
Además de que los actores improvisen, a este cineasta poco convencional le gusta contar siempre con actores no profesionales para sus películas, además de con animales y con niños: "Me encantan los gatos y los niños. No les puedes decir lo que tienen que hacer y les dejo hacer lo que quieran, que el gato deambulara a sus anchas y la niña dijera lo que quisiera decir", afirma.
Aparte de personas reales, la película se aprovecha también de escenarios reales de Austin, como la impresionante cerrajería que está a la vuelta de la esquina de la casa del director, y muchas zonas decadentes de la capital de Texas: "Todas esas cosas hacen que la película se sienta real. Es bonito mostrar un sitio que es lo que es y eso te da una maravillosa libertad creativa".
Este modo de trabajar le ha hecho ganarse comparaciones con Terrence Malik, aunque si se le pregunta por sus referentes cita a Robert Altman, Alan Parker, Danny Boyle o Michael Winnerbottom, "gente que realmente asume riesgos en su carrera, que no necesariamente tienen una firma específica, pero que usan la profesión para explorar".
Su último proyecto, que se estrena en octubre en EE.UU., es Our brand is crisis, un película basada en el documental homónimo de 2005 centrado en Bolivia y que analiza las estrategias políticas estadounidenses en Sudamérica con un gran casting encabezado por Sandra Bullock, Anthony Mackie y Billy Bob Thornton y que su director define como una "experiencia asombrosa para explorar la política".