Israel refuerza su lucha contra el "terrorismo judío" con la detención de dos históricos radicales, días después del asesinato del bebé palestino
- También ha arrestado a una decena de personas
- Los detenidos permanecerán retenidos durante seis meses sin juicio
- Un palestino muere abatido por la policía tras atentar contra otro israelí
Israel ha detenido este domingo a dos radicales judíos en su lucha contra el extremismo y lo que ha considerado como “terrorismo judío”, y permanecerán 6 meses retenidos sin celebración de un juicio. También ha detenido a una decena de personas en redadas llevadas a cabo en enclaves judíos de Cisjordania.
Estas nuevas medidas se producen después del incendio premeditado atribuido a radicales judíos contra dos viviendas de la aldea palestina de Duma, que acabó con la vida de un bebé de 18 meses y de su progenitor, fallecido el sábado, y dejó a la madre y a otro niño de la familia gravemente heridos con quemaduras que superan el 60% de la superficie corporal.
Tras ese ataque, el Ejecutivo de Benjamín Netanyahu prometió tener "tolerancia cero" con ese tipo de actuaciones, que calificó de "terrorismo judío", y el gabinete de seguridad israelí aprobó el pasado martes medidas excepcionales como la detención administrativa para los sospechosos de estos actos.
Esta polémica modalidad de detención, que se aplica sin cortapisas con los sospechosos palestinos, permite la prisión sin celebración de juicio por períodos de seis meses renovables, y es una medida preventiva que tiene por objetivo permitir a las autoridades la búsqueda de pruebas para poder llevar al detenido ante la justicia.
La medida, no obstante, ha sido condenada por organizaciones defensoras de los derechos civiles en Israel, que aducen tanto en los casos de palestinos como de judíos, que es contraria al estado de derecho puesto que contraviene la presunción de inocencia.
Los detenidos tienen una larga trayectoria de atentados
El ministro de Defensa israelí, Moshé Yaalón, ha firmado la orden para someter a detención administrativa durante seis meses a los dos israelíes arrestados por su supuesta integración en organizaciones extremistas judías, identificados como Meir Etinguer y Eviatar Slonim.
El lunes pasado la Policía israelí y el Shin Bet arrestaron a Etinguer, considerado el sospechoso número uno del terrorismo nacionalista judío, acusado de varios ataques contra iglesias y blancos civiles palestinos y sospechoso de integrar una célula clandestina judía con su base de operaciones en Cisjordania.
Nieto del rabino radical Meir Kahana, asesinado en 1990 por un palestino al concluir una conferencia en Nueva York, el detenido figuraba en las listas de sospechosos de los servicios de inteligencia desde 2010, cuando inició su andadura con los llamados "Jóvenes de las colinas", grupo que ha cometido incontables ataques contra palestinos y las fuerzas de seguridad israelíes.
Slonim, también en la veintena, es sospechoso de pertenecer a un grupo radical judío y había sido arrestado bajo sospechas de haber incendiado una vivienda palestina en el sur de Hebrón, en noviembre de 2014.
Otro radical judío, Mordejai Mayer, de 18 años, fue puesto bajo detención administrativa el miércoles por su supuesta implicación en el ataque e incendio de la Iglesia de la Multiplicación, en Galilea (norte de Israel) en julio pasado, lugar en el que la tradición cristiana sitúa el milagro de Jesús al multiplicar cinco panes y dos peces para la multitud que le seguía.
Redadas en Cisjordania
En paralelo, las fuerzas de seguridad israelíes han llevado a cabo la madrugada del domingo redadas en al menos dos enclaves judíos de Cisjordania, colonias rudimentarias consideradas ilegales por Israel, que suelen ser hogar del núcleo duro de los jóvenes colonos radicales.
Toda construcción civil israelí en el territorio ocupado en 1967 es ilegal según la legislación internacional.
La portavoz de la Policía israelí Luba Samri no ha precisado los nombres de los asentamientos en los que se practicaron los arrestos ni tampoco el número de detenidos, que de acuerdo a medios locales oscila entre siete y nueve.
Posteriormente las autoridades han decretado el secreto de sumario, aunque medios locales indican que las redadas se llevaron a cabo en el enclave de Adei Ad, cercano a Duma (donde fue incendiada la vivienda del bebé palestino quemado vivo), y el de Baladim, en el norte de Cisjordania.
Estas operaciones se enmarcan en los esfuerzos de las fuerzas de seguridad israelíes para combatir el fenómeno del radicalismo judío a raíz del trágico suceso en Duma y las duras críticas a Israel por la impunidad rampante contra los autores de estos ataques.
La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) cifra en 11.000 los ataques contra palestinos, sus propiedades y santuarios por parte de extremistas y colonos israelíes, y ha pedido a los países árabes y a la comunidad internacional que tomen medidas para responsabilizar a Israel por estos crímenes.
Tensión y enfrentamientos entre palestinos y la policía israelí
Un palestino, sospechoso de apuñalar a un israelí que resultó herido de levedad, ha muerto este domingo tras ser alcanzado por los disparos efectuados por soldados israelíes, según ha informado la policía de Israelí.
El presunto autor del ataque, identificado por la policía como un palestino originario de la localidad de Kirbet al Misbah, al sureste de la ciudad cisjordana de Ramala, agredió con un cuchillo a un israelí en una gasolinera de Cisjordania, en las inmediaciones de la carretera 443, que comunica ese territorio ocupados con Israel.
La víctima del ataque, un varón israelí de 26 años, resultó herida levemente en el hombro y fue trasladado a un centro médico para recibir atención, mientras que el sospechoso murió en el lugar de los hechos.
Las fuerzas de seguridad israelí buscan al menos a otros tres sujetos en la zona, supuestos cómplices en el ataque, apuntó la edición digital del diario Yediot Aharonot.
Días atrás, tres soldados israelíes resultaron heridos en un cruce en Cisjordania al ser atropellados en lo que, según la Policía y el Ejército de Israel, se trató de un ataque deliberado por parte del conductor.
En esta ocasión, los soldados apostados en la zona también dispararon "para evitar que escapase el conductor", explicó el Ejército.