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Siete muertos tras nuevos enfrentamientos entre militantes kurdos del PKK y el ejército turco

  • Los ataques se enmarcan en la reciente ola de violencia que ha dinamitado el proceso de paz
  • Las acciones se han desarrollado contra puestos avanzados del ejército turco

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Una mujer camina en el pueblo turco de Silopi, escenario de los últimos ataques del PKK
Una mujer camina en el pueblo turco de Silopi, escenario de los últimos ataques del PKK. Imagen tomada el 7 de agosto de 2015.

Militantes kurdos han lanzado ataques contra instalaciones militares turcas durante la noche de este miércoles. Según un comunicado del ejército turco difundido este jueves, se trata de puestos avanzados situados en el este del país y en los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad han muerto al menos siete atacantes.

En el pueblo de Silopi, próximo a la frontera sudeste del país, los militantes kurdos abrieron fuego con rifles y cohetes armados con granadas contra una base militar. Cuatro de ellos perdieron la vida en el combate posterior, según comunica el ejército turco.

Otra instalación militar situada en el pueblo de Diyadin, en la provincia de Agri junto a la frontera iraní, también fue atacada por miembros del PKK en la tarde del miércoles, con un resultado de tres militantes muertos.

Estos ataques se enmarcan en la reciente ola de violencia destada entre militantes del Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK) y las fuerzas de seguridad turcas. La tensión provocada tras los enfrentamientos ha llevado a la suspensión del proceso de paz entre el ejecutivo de Ankara y el líder kurdo del PKK, Abdullah Ocalan, después de tres años de negociaciones.

Un proceso frágil

Erdogan ha defendido la "sinceridad" del Gobierno que entonces él encabezaba cuando comenzó los contactos con la guerrilla kurda para intentar acabar con un conflicto que desde 1985 ha causado unos 40.000 muertos.

La conversaciones entre el Estado y la guerrilla llevaron al anuncio en 2013 de una tregua por parte del PKK, que incluso retiró a buena parte de sus tropas de suelo turco.

El frágil alto el fuego ha estado marcado por choques esporádicos, sin comparación con la guerra abierta de los años anteriores, y la acusación por parte de la comunidad kurda de que Ankara no cumplía sus promesas de dar más derechos para los 12 millones de kurdos de Turquía. Tras los bombardeos turcos en julio, la guerrilla anunció también el fin de su tregua.

En las elecciones del pasado junio, el partido pro kurdo HDP logró un resultado histórico que le permitió entrar por primera vez en el Parlamento, algo que impidió que el islamista AKP, fundado por Erdogan, renovará la mayoría absoluta con la que gobernaba desde 2002.

Desde el pasado 25 de julio la Justicia turca ha cerrado más de 100 páginas web del país, según ha informado este jueves el diario Hürriyet. Las razones aducidas para el orden de cierre fueron acusaciones de "vinculación al PKK" y "apoyo al terrorismo".

Entre esos portales, están el de la agencias de noticias Firat (ANF), Dicle (DIHA), Hawar (ANHA), la del diario Ozgur Gundem y la izquierdista sendika.org.

En apoyo de esta última publicación de internet, un grupo de intelectuales turcos y extranjeros han iniciado una campaña bajo el título "No acepto la censura. Yo leo sendika.org".