EE.UU. reabre su embajada en La Habana 54 años después
- Kerry ha presidido el acto con los mismos marines que arriaron la bandera en 1961
- "No hay nada que temer", dice el primer secretario de Estado que visita Cuba en 70 años
- Los cubanos de a pie esperan que el acercamiento suponga cambios en la isla
Después de 54 años, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, ha reabierto formalmente este viernes la embajada de su país en Cuba, hito en la normalización de las relaciones entre las dos partes.
"No hay nada que temer, ya que serán muchos los beneficios de los que gozaremos cuando permitamos a nuestros ciudadanos conocerse mejor, visitarse con más frecuencia, realizar negocios de forma habitual, intercambiar ideas y aprender los unos de los otros", ha dicho en español durante su discurso en la ceremonia oficial de inauguración.
Kerry, el primer jefe de la diplomacia estadounidense que llega a Cuba en 70 años, ha señalado que esta reapertura sucede como resultado de la "valiente" decisión de los presidentes Barack Obama y Raúl Castro de dejar de ser "prisioneros de la historia".
Ocho meses antes, Obama y Castro anunciaron el comienzo del proceso de deshielo entre los dos países, que dio como resultado la apertura de embajadas en La Habana y Washington el 20 de julio.
En su discurso Kerry ha recordado además momentos clave en la difícil relación de dos países, enemigos durante más de medio siglo, y el cierre de la misión diplomática en 1961 tras la ruptura de relaciones.
"Entre los que quedaron en la embajada estaban tres marines: Larry Morris, Mike East y Jim Tracey", ha dicho Kerry, refiriéndose a los soldados que arriaron la bandera norteamericana el 4 de enero de 1961 y quienes regresaron a La Habana para entregarla a otros tres marines jóvenes que la ha vuelto a izar 54 años después.
"Mis amigos, no se necesita un GPS para darnos cuenta de que el camino de mutuo aislamiento y alejamiento que los EE.UU. y Cuba han seguido no es el correcto y que ha llegado el momento de movernos en una dirección más prometedora", ha insistido.
"Décadas de buenas intenciones a un lado, las políticas del pasado no han llevado a una transición democrática en Cuba. Sería igualmente poco realista esperar que la normalización de las relaciones (con Cuba) tenga un impacto transformador a corto plazo", ha añadido, citado por Efe.
Cientos de personas han visto el acto en el patio y en los alrededores de la embajada, construida en 1953 en pleno Malecón y que hasta ahora era la sede de la Sección de Intereses de EE.UU., mientras que durante este tiempo ha sido formalmente Suiza quien ha representado los intereses Washington en el país.
Comisión bilateral
Después, Kerry se ha reunido con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, y han acordado crear una comisión bilateral para definir los temas que abordarán en adelante. Aunque entre los temas que han citado uno y otro se ha evidenciado la fuerte disparidad de ambos gobiernos.
Mientras que EE.UU., que ha señalado la posición "a la defensiva" de Rodríguez, considera una prioridad mejorar las relaciones en materia medioambiental, de lucha contra el narcotráfico o aviación civil, Cuba ha reiterado sus exigencias del "levantamiento total del bloqueo", la devolcuión de Guantánamo y las compensaciones por los "daños humanos y ecóminicos causados en estas cinco décadas" --como recordó el jueves Fidel Castro--.
Además, han chocado en materia de derechos humanos, cuestión sobre la que Rodríguez se ha dicho dispuesto a dialogar. No obstante, también ha dicho tener preocupación por los derechos humanos en Estados Unidos, entre otras cuestiones por el racismo policial, la igualdad de género o la salud y la educación universal.
Incluso ha defendido la "democracia cubana" frente a la "crisis de sistemas electorales" de potencias occidentales afectadas por la corrupción; y ha recordado que el régimen está embarcado en un plan de actualización de su modelo económico socialista.
Una recepción extraoficial divide a la disidencia
Tras los actos oficiales, Kerry ha recibido a varios disidentes cubanos que han expuesto sus inquietudes sobre los derechos humanos en la isla durante un segundo izado de bandera en la residencia del encargado de Negocios estadounidense en La Habana, Jeffrewy DeLaurentis. Entre los asistentes se han encontrado la bloguera Yoani Sánchez, el líder de la Unión Patriótica de Cuba, José Daniel Ferrer, y varios miembros del llamado "Grupo de los 75", opositores que fueron encarcelados en la ola represiva de la "Primavera negra" de 2003.
Por contra, y a pesar de haber sido invitados al encuentro, la líder del grupo opositor Damas de Blanco, Berta Soler, y Antonio González-Rodiles, director del foro crítico Estado de Sats, han decidido no acudir y han criticado, en declaraciones telefónicas a Efe, la decisión de no invitar a ningún disidente a la ceremonia oficial de apertura de la embajada de Estados Unidos.
Antes de la recepción, Kerry ha mantenido un encuentro con un grupo de periodistas en el que ha señalado que no hay ninguna manera de que el Congreso de EE.UU. vaya a levantar el embargo si los cubanos no se mueven "respecto a temas de conciencia". En este sentido, el secretario de Estado ha subrayado que su país sigue condenando los arrestos temporales de disidentes y que "no hay ninguna excusa" que pueda justificarlos. No obstante, ha señalado que éstos "ya no son las sentencias de 20 años de cárcel que había antes".
Los cubanos, expectantes
Para muchos cubanos, el deshielo de su país con el poderoso vecino del norte es una oportunidad para mejorar las condiciones de vida.
"Creo que será una experiencia muy bonita y favorable para ambos países, que después de tantos años se reencuentren y se ayuden mutuamente, que tengamos satisfacciones y grandes alegrías", ha declarado a Efe María Arrebola, una profesora de 52 años que esperaba para entrar a la nueva embajada y solicitar un visado.
“Necesitamos que se abran las puertas“
Tatiana, comercial de 34 años, opina que la visita de Kerry a La Habana, la primera de un secretario de Estado de EE.UU en 70 años marca "un cambio que será fructífero, que a los cubanos les gusta, les conviene y están a favor".
Anel, empleada estatal, iba a asistir a un momento histórico. "Nunca he visto ondear esa bandera y considero que es un momento muy emocionante para todos los cubanos, tanto los que vivimos aquí, como los que están fuera", ha declarado.
La reunificación familiar entre cubanos dentro y fuera de la isla es una de las posibles consecuencias de este acercamiento. Emma Ramos, ama de casa de 44 años, tiene a sus sus padres y hermano en Miami. "La tramitación de los visados es algo muy costoso y complicado - explica - Yo sí confío en que las cosas van a mejorar. Este es un país en el que hay mucha gente con talento, pero estamos como atados y no avanzamos. Necesitamos que se abran las puertas y ver algún cambio".