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El escándalo de corrupción en Petrobras salpica a las obras del Mundial de Fútbol de 2014

  • La policía investiga supuesta corrupción en las obras del estadio Arena Pernambuco
  • Sospecha de fraude en la adjudicación y de presupuestos inflados
  • La constructora Odebrecht está implicada en otras tramas del caso Petrobras

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Fotografía de archivo del estadio Arena Pernambuco en la ciudad de Recife, Brasil.
Fotografía de archivo del estadio Arena Pernambuco en la ciudad de Recife, Brasil.

La Policía Federal de Brasil ha informado de que investiga la supuesta corrupción en la adjudicación y ejecución de las obras del estadio Arena Pernambuco, uno de los doce usados en el Mundial de fútbol celebrado en el país el año pasado.

El comisario Felipe Barros Leal ha confirmado en rueda de prensa la realización de varias operaciones policiales en Recife, donde se sitúa el estadio, así como en otras seis ciudades del país, que han incluido inspecciones en oficinas de la empresa Odebrecht, a la que le fueron adjudicadas las obras en 2010.

El portavoz policial ha explicado que existen "fundadas sospechas" de que hubo "fraudes" en el concurso público para la concesión de las obras y también que el valor del contrato fue inflado irregularmente en 42 millones de reales (10,8 millones de euros), con lo cual llegó a un total de unos 700 millones de reales (180 millones de euros).

Por su parte, Odebrecht ha garantizado que tiene "plena convicción" de la regularidad y legalidad del proyecto y, aunque considera "injustificables" las medidas adoptadas por la policía, se ha puesto a disposición de las autoridades en aras de la transparencia.

Una vasta red de corrupción

Odebrecht, una de las constructoras más importantes de Brasil y América Latina, forma parte de un grupo de 20 empresas privadas del país investigadas por su supuesta participación en una vasta red de corrupción detectada en la petrolera estatal Petrobras.

Por ese asunto, el presidente del grupo, Marcelo Odebrecht, está detenido desde el pasado 19 de junio, bajo la acusación de haber pagado sobornos para adjudicarse contratos con la petrolera, un asunto que la constructora ha negado.

Las investigaciones sobre las corruptelas en Petrobras también alcanzan a medio centenar de políticos, en su mayoría de la base de apoyo al Gobierno de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.

Según la Policía Federal, las compañías privadas implicadas en el asunto obtenían contratos amañados con Petrobras, luego inflaban sus valores y repartían las diferencias con directivos de la petrolera y los políticos implicados.