Israel cancela temporalmente la detención del preso palestino en huelga de hambre
- El preso, Mohamed Alan, abogado, inició la huelga de hambre hace más de dos meses
- Para Israel es sospechoso de ser miembro de la Yihad Islámica
- La decisión se produce tras comprobar que el ayuno ha provocado daño cerebral
- La Fiscalía no ha realizado una acusación formal de ningún delito
Israel ha cancelado temporalmente la detención administrativa del preso palestino Mohamed Alan, en huelga de hambre desde hace 64 días, que corre riesgo de morir y ha amenazado este miércoles con dejar de tomar agua y nutrientes si no se le ponía en libertad.
El Tribunal Supremo ha anunciado su decisión después de que un escáner mostrase que Alan ha sufrido daño cerebral, informó el servicio de noticias digital Ynet.
La Corte ha ordenado que, si se demuestra que el daño sufrido es irreversible, el preso deberá ser puesto en libertad y su detención revocada.
"La condición de Alan es peligrosa y podría sufrir un rápido deterioro", aseguró a los medios el director del hospital de Barzilai, en la ciudad israelí de Ashkelon, Hezi Levy.
Liberación condicionada al daño cerebral
El fiscal general, Yochi Gansin, ha señalado al tribunal que la liberación debe estar condicionada a que se demuestre que el daño cerebral sufrido no le permitirá regresar a las actividades por las que fue detenido.
Israel no ha realizado una acusación formal de ningún delito ni ha informado al reo o sus abogados de las pruebas contra él al no tener obligación de hacerlo por estar en situación de la denominada detención administrativa, que permite el arresto sin juicio ni acusación durante seis meses prorrogables indefinidamente.
Según los abogados del preso, las autoridades israelíes le habían ofrecido un pacto para ponerlo en libertad el próximo 3 de noviembre, cuando concluya el plazo de prisión de seis meses.
Alimentación forzosa por ley
Alan, abogado de 31 años de la provincia de Nablus y sospechoso de ser miembro de la Yihad Islámica, inició la huelga de hambre hace más de dos meses en protesta por su situación de detención administrativa desde noviembre.
Su caso ha generado una polémica ética en Israel, al ser el primero tras la aprobación a finales de julio de una controvertida ley que legaliza la alimentación forzosa para prisioneros en huelga de hambre, una medida que la comunidad médica considera tortura y que la principal asociación médica ha llamado a los facultativos a incumplir.
En la última semana los médicos han proporcionado a Alan sales, vitaminas y agua vía intravenosa, pero han respetado su voluntad de no ser alimentado por la fuerza.