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El edificio madrileño de Tetuán se derrumbó por la fatiga de materiales

  • Se descarta la retirada de un pilar como causa
  • Aún hace falta asegurar el edificio con distintas protecciones
  • 40 personas siguen a la espera de una solución

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Derrumbe del edificio de Tetuán producido por la fatiga de materiales
El derrumbe del inmueble se produjo por la fatiga de materiales y no por la retirada de un pilar, como se había especulado en un inicio, según las conclusiones del informe técnico elaborado por el departamento de Control de Edificaciones.

El derrumbe de parte del inmueble situado en el madrileño distrito de Tetuán, en la confluencia de las calles Bravo Murillo y Amalia, se produjo por la fatiga de materiales y no por la retirada de un pilar, como se había especulado en un inicio.

A pesar de ello, la retirada de dicho elemento en 1958 "pudo reducir la vida útil del machón restante y por ende del edificio", según ha señalado el Ayuntamiento de Madrid en un comunicado en el que se refiere a las conclusiones del informe técnico elaborado por el departamento de Control de Edificaciones.

Antes del derrumbe parcial del inmueble, ocurrido el pasado martes, los vecinos dieron la señal de alerta a la policía tras apreciar grietas en varias partes del edificio, entre ellas en el escaparate de la tienda que ocupa el bajo de uno de los laterales.

El informe técnico concluye que "la mocheta derecha de la fachada a la calle Bravo Murillo que sustentaba la viga dintel del escaparate, se derrumbó al sufrir un colapso por fatiga de su material cerámico".

Esta fatiga del material se produce por "un incremento de cargas durante casi sesenta años de forma continua y a raíz de la reforma efectuada en 1958".

"Con el paso del tiempo el material cerámico va perdiendo su capacidad mecánica hasta sobrevenir el colapso", explican los expertos que han redactado el escrito.

Finalizan las labores de demolición parcial pero hay que asegurar

Las labores de demolición parcial del inmueble llevadas a cabo por técnicos municipales con el objetivo de evitar un nuevo colapso han finalizado hoy, según ha señalado el Ayuntamiento de Madrid.

Sin embargo, "aún quedan diversas labores para asegurar el edificio, como son la retirada de escombros, el cerramiento exterior y la instalación de una protección vertical de la cubierta y la zona limítrofe a la demolición".

En las inspecciones, los técnicos municipales han confirmado que las viviendas de la letra C serán habitables de nuevo una vez finalizada la obra, pero el resto de viviendas, así como el local inferior, no podrán ser recuperados.

La escalera C es la parte del edificio que no se derrumbó, como sí ocurrió con la A y parte de la B, sin ocasionar heridos.

Un total de 40 personas, de las 17 familias afectadas, continúan alojadas en un hotel de la capital, a la espera de hablar con los propietarios del inmueble para ver qué solución les pueden ofrecer.

El Ayuntamiento ha informado de que durante los próximos días, y una vez finalizadas las labores para asegurar la zona, "los vecinos podrán acceder al lugar para recuperar los enseres y objetos que todavía se encuentran en el lugar".

Además, ha anunciado que está preparando un plan de regeneración de zonas vulnerables, "en el que se identificarán aquellos edificios que pudieran necesitar una inspección en profundidad para analizar posibles riesgos".

Además, ha comenzado a estudiar qué elementos de la Inspección Técnica de Edificios (ITE) "son susceptibles de mejora".

El Ayuntamiento cita a las familias para abordar una solución

El Ayuntamiento ha citado entre el lunes y el martes a los afectados por el derrumbe, con reuniones específicas con cada una de las familias, para evaluar las ayudas que la institución pública puede ofrecerles, según han informado a Efe los vecinos.

En total, 17 familias vivían arrendadas en el edificio. Muchos de los vecinos lograron recuperar el jueves sus pertenencias, pero otros, como los del bloque C, están a la espera de acceder de nuevo para llevarse más objetos, dado que ellos solamente accedieron el martes diez minutos cada uno.

Los que ya han recogido el grueso de sus enseres están buscando por su cuenta trasteros, garajes o casas de amigos para dejarlos, dado que el Ayuntamiento no les ha ofrecido ningún espacio para ello pese a haberlo pedido, ha relatado Sara Rodríguez.

Los afectados están organizándose para conseguir ropa y artículos de primera necesidad, así como dinero, puesto que el Ayuntamiento está ofreciéndoles medicamentos y pañales para los niños pero no todo lo que necesitan, según comenta esta vecina.

Por el momento, los vecinos desconocen si el Consistorio tiene intención de ayudarles en la búsqueda de un nuevo piso de alquiler o en el pago de las seis primeras mensualidades, tal y como sucedió con los afectados del derrumbe en Carabanchel del pasado 3 de agosto.

El Ayuntamiento estudiará los pasos a dar con los afectados en función de la solución que ofrezcan los propietarios y las necesidades particulares de cada familia, según ha dicho en un comunicado.