Macedonia deja pasar desde Grecia a cientos de inmigrantes horas después de que la policía los intentara dispersar con gases lacrimógenos
- El país decretó el estado de emergencia el jueves y cerró la frontera
- Según sanitarios cooperantes hay 10 heridos, algunos de gravedad
- Miles de personas han quedado varadas e indignadas en ese lugar
Las autoridades macedonias han permitido el paso de cientos de inmigrantes y solicitantes de asilo que se habían agolpado en la frontera con Grecia, horas después de que las fuerzas de seguridad dispersasen a la multitud con gases lacrimógenos, lo que provocó una decena de heridos.
"La Policía se ha movido y hemos entrado, nadie nos ha detenido", ha dicho una de estas personas, en declaraciones a la agencia Reuters. Miles de inmigrantes habían pasado una noche en tierra de nadie tras el decreto de emergencia que suponía el cierre efectivo de la frontera macedonia.
Hasta esta zona han llegado diariamente entre 1.500 y 2.000 personas en las últimas semanas, diez veces más que el número habitual previo al verano y se han ido acumulando en una estación de tren cercana al lugar de los incidentes, el punto de control fronterizo de Gevgelija.
El Ministerio del Interior de Macedonia ha explicado en un comunicado que permitirá el paso de un número limitado de refugiados, según la agencia de noticias MIA. Con esta medida, el Gobierno quiere abrir la puerta a los colectivos más vulnerables y evitar que los inmigrantes utilicen métodos ilegales para llegar al país.
Interior ha añadido que efectivos del Ejército se sumarán a los de la Policía para aumentar la vigilancia en la frontera con Grecia, donde se ha disparado la tensión desde el jueves. Tras el cierre del paso, el número de solicitudes de asilo ha caído desde más de mil diarias a menos de 200 (en su mayoría sirios).
Gases lacrimógenos para dispersar a los migrantes
Efectivos de las fuerzas de seguridad macedonias habían empleado primero este viernes gases lacrimógenos para dispersar a miles de migrantes y refugiados que tratan de cruzar la frontera desde Grecia, un enfrentamiento que ha causado al menos una decena de heridos y en el que pueden haber intervenido soldados.
Este jueves, el Gobierno macedonio declaró el estado de emergencia en la frontera ante las llegadas masivas de los últimos días, una medida que en la práctica ha supuesto el cierre de los pasos, lo que ha dejado a miles de personas procedentes de Oriente Próximo, Africa y Asia varados. Además, posibilita la intervención del Ejército.
Según la agencia de noticias griega AMNA citada por Efe, agentes antidisturbios han recurrido al lanzamiento de gas para repeler a unos 2.000 inmigrantes, en su mayoría refugiados, que intentaban atravesar el paso fronterizo de Eidomeni entre Grecia y el sur de la Antigua República Yugoslavia de Macedonia.
Además, las fuerzas macedonias han colocado en la frontera unas alambradas de espino de una longitud de unos 250 metros.
Por su parte, la ONG Médicos Sin Fronteras ha dicho en Twitter que están tratando a personas heridas por las esquirlas de granadas aturdidoras "disparadas por el Ejército".
La radiotelevisión irlandesa RTÉ, que ha difundido en Twitter una grabación desde el lugar, cita a la misma ONG y dice que entre los heridos hay un total de diez heridos, entre ellos una embarazada y un niño de un año recién operado del cráneo; mientras AMNA habla de cuatros heridos graves.
"No more Macedonia", algo así como "Ya no (se puede pasar a) Macedonia" ha dicho en inglés un agente a un refugiado sirio, según RTÉ.
El enfrentamiento de este viernes llega después de varios días de escenas dramáticas protagonizadas por los migrantes y refugiados en estaciones de tren hacinándose en los vagones y pasando a niños por las ventanas para seguir camino a Serbia. A los que hasta ahora han pasado a Macedonia, las autoridades locales les dan un permiso de tres días para transitar por el país.
Desde el cierre de la frontera, los clandestinos resisten a las altas temperaturas sin tener un sitio donde alojarse ni poder acceder a los servicios básicos y allí solo operan voluntarios de las organizaciones no gubernamentales.
Hasta la frontera con Macedonia, los refugiados suelen llegar en autobuses desde Atenas tras haber ingresado en territorio europeo a través de las islas griegas del mar Egeo, que a diario reciben a miles de migrantes por su cercanía con las costas de Turquía, muchos de ellos procedentes de Siria.
Carrera de obstáculos
Macedonia, desbordada como Grecia, es así otro lugar de paso en su ruta ruta hacia países europeos más prósperos.
El Gobierno de Skopje ha negado que haya cerrado los pasos fronterizos e incluso un portavoz del Ministerio del Interior ha negado ningún enfrentamiento en la frontera.
El jueves, el Ejecutivo justificó el estado de emergencia para aumentar la seguridad de las regiones fronterizas (al norte con Serbia y al sur con Grecia) y también de los recién llegados, mientras organizaciones de derechos humanos han criticado la militarización de la crisis.
Según cifras oficiales, más de 40.000 llegaron sin papeles a Macedonia en los dos últimos meses. Grecia recibió por su parte 50.000 solo en julio.
El portavoz de Interior, citado por RTÉ, ha admitido que no están coordinándose con la policía griega. Los dos países mantienen unas relaciones tensas por el conflicto con el nombre del territorio.
Mientras, en la siguiente frontera de esta ruta, Hungría sigue levantando contra el reloj una valla para evitar el cruce clandestino desde Serbia.