Los héroes que evitaron una masacre en el tren: "Miré a mi amigo y le dije 'vamos a por él'"
- Alek Skarlatos y Spencer Stone son los dos marines que se enfrentaron al terrorista
- Junto con otros pasajeros lograron reducirle en el Thalys francés lleno de viajeros
- El sospechoso llevaba una pistola automática, un kalashnikov y varios cuchillos
“Escuchamos un disparo y vidrios rotos, estabamos agachados cuando vi entrar a un hombre con un kalashnikov y una pistola. Miré a mi amigo Spencer y le dije: 'Vamos a por él'".
Así narra Alek Skarlatos cómo él y su compañero Spencer Stone se enfrentaron al presunto terrorista que disparó contra los pasajeros en un tren Thalys que cubría la ruta Amsterdam- París, y en el que viajaban más de 500 personas. Han logrado reducirle sin que se hayan producido víctimas mortales, aunque antes de que pudieran intervenir el sospechoso disparó en la garganta a un ciudadano francés que está herido grave.
Quiso el destino que estos dos marines estadounidenses se encontrasen en ese tren como turistas el día en el que Ayoub El Kahzzani, un marroquí de 26 años, se subió al convoy en Bruselas cargado con dos armas automáticas (un fusil kalashnikov y una pistola), nueve cargadores y varias armas blancas.
El estudiante Anthony Sadler, un amigo que viajaba con ellos y que también les ayudó a reducir el sospechoso, ha explicado que era su primera visita a Europa.
Skarlatos cuenta cómo tras mirar a Spencer, este se levantó de un salto y corrió 10 metros hacia el atacante "sin pensar en si su arma estaba cargada". Él le siguió.
"Spencer llegó al hombre primero, le agarró del cuello y yo cogí la pistola. Tiré el arma lejos del alcance del hombre y después cogí el kalashnikov, que estaba a sus pies", relata Skarlatos, que confiesa que tenían miedo pero que les movía la adrenalina.
"No tuve tiempo para pensar. Ni si quiera me daba cuenta o comprendía qué estaba pasando", ha añadido en una rueda de prensa en Arras, localidad a la que el tren fue desviado para detener al sospechoso.
Skarlatos, de 22 años y miembro de la Guardia Nacional de Oregón, acababa de regresar de una misión en Afganistán. Spencer Stone, de la Fuerza Aérea estadounidense, sufrió varias heridas en el forcejeo con el sospechoso.
“El tipo sacó un cuchillo y empezó a cortar a Spencer. Le cortó detrás del cuello y casi le amputa un dedo”, ha explicado Chros Norman, un consultor britanico de 62 años que al final de la intervención de los dos marines ayudó a mantener al atacante controlado. Este finalmente fue reducido e inmovilizado.
Todos ellos han recibido una medalla de la mano del alcalde de Arras, Frederic Leturque, por la valentía que han demostrado, un acto heroico que le han valido los elogios de presidentes como Barack Obama, David Cameron o François Hollande. Pero seguramente lo más gratificante sea pensar en las vidas que han salvado por estar ahí y decidir actuar.