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La presidenta surcoreana exige disculpas a Pyongyang en plena crisis militar

  • Park Heung-Hye no cesará la guerra de propaganda mientras no haya disculpas
  • La presidenta denuncia las acciones militares norcoreanas durante la negociación
  • El armisticio firmado en 1953 nunca fue reemplazado por un tratado de paz definitivo

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Soldados surocreanos patrullan cerca de la frontera con Corea del Norte en Paju
Soldados surocreanos patrullan cerca de la frontera con Corea del Norte en Paju

Corea del Sur ha advertido este lunes que no cesará su guerra propagandística –que incluye la instalación de los altavoces implicados en el último choque- mientras Corea del Norte no se disculpe por sus dos presuntos ataques contra el país vecino y que han desatado una de las mayores crisis militares de los últimos años entre los dos países.

La jefa de Estado surcoreano, Park Geun-Hye, ha anunciado este lunes en una reunión con su gabinete que, de no obtener las disculpas norcoreanas, continuarán funcionando los altavoces que emiten propaganda contra el régimen de Kim Jong-un en la Zona Desmilitarizada (DMZ) y que han desatado las iras de Pyongyang.

Además, ha amenazado con tomar nuevas medidas de represalia contra sus vecinos, tal y como ha anunciado previamente el Ministerio de Defensa, que indica que el Norte ha doblado sus unidades de artillería en la frontera y desplegado medio centener de submarinos militares.

Según informa la agencia surcoreana Yonhap, Corea del Norte ha desplegado una decena de embarcaciones anfibias transportando fuerzas especiales hacia una base naval a 60 km del límite fronterizo reconocido al norte.

Panmunjeon, medio siglo después

Park Geun-Hye ha lanzado esta advertencia en pleno maratón de reuniones para poner fin a las tensiones. Las conversaciones se desarrollan en la localidad fronteriza de Panmunjon, donde fue firmado en 1953 el armisticio y alto el fuego provisional que continúa vigente más de medio siglo después.

Corea del Norte había amenazado al Sur con una acción militar en caso de no apagar los altavoces el pasado sábado, aunque este ultimátum ha quedado en suspenso después de que los gobiernos de ambos países convocaran ese día una reunión de alto nivel para tratar de solucionar la crisis.

Altos funcionarios de Seúl y Pyongyang siguen reunidos en la Aldea de la Tregua de Panmunjom, en un maratoniano encuentro que este lunes se prolongó por tercer día sin anunciarse avances.

Los altavoces de la discordia

Se cree que el estancamiento en el debate responde precisamente a las inflexibles posturas de ambas partes respecto a la cuestión de los altavoces y las disculpas que Seúl exige a Pyongyang por los dos ataques de los que le acusa.

Las Fuerzas Armadas surcoreanas encendieron hace dos semanas estos altavoces por primera vez en 11 años y reanudaron así la llamada "guerra psicológica" contra el Norte, después de que dos de sus soldados resultaran gravemente heridos por la explosión de tres minas a 440 metros de la frontera.

Corea del Norte ha negado rotundamente su implicación en la explosión de minas que el día 4 causó graves heridas a dos soldados surcoreanos que patrullaban cerca de la frontera, y tampoco reconoce haber disparado primero en el intercambio de artillería que tuvo lugar el pasado jueves.

Mientras, las fuerzas armadas de ambos lados permanecen preparadas para el combate, en un ambiente marcado por la tensión. Norte y Sur permanecen técnicamente enfrentadas desde la Guerra de Corea (1950-53), que finalizó con un armisticio nunca reemplazado por un tratado de paz definitivo.