Seúl y Pyongyang acuerdan reducir la tensión en la frontera coreana
- La península vivía una escalada de la tensión desde hace tres semanas
- El Sur cesará la propaganda con altavoces y el Norte rebajará las hostilidades
Seúl y Pyongyang han alcanzado un acuerdo para reducir la tensión en la frontera coreana después de tres semanas de escalada en el conflicto entre el Norte y el Sur.
Según el comunicado conjunto del que dan cuenta las agencias internacionales, en virtud de este acuerdo el Gobierno surcoreano cesará la propaganda con altavoces en la frontera a partir del martes mientras que el norcoreano se compromete a poner fin a su "estado de casi guerra".
Las Fuerzas Armadas surcoreanas encendieron hace dos semanas estos altavoces por primera vez en 11 años y reanudaron así la llamada "guerra psicológica" contra el Norte, después de que dos de sus soldados resultaran gravemente heridos por la explosión de tres minas a 440 metros de la frontera.
El gobierno surcoreano ha dicho además que su vecino le ha pedido "disculpas" por esa explosión, aunque en la nota Pyongyang no se hace responsable de esa acción que siempre ha desmentido. Esas disculpas era la condición que Seúl ponía para cualquier acuerdo.
Corea del Norte había amenazado al Sur con una acción militar en caso de no apagar los altavoces el pasado sábado, aunque este ultimátum quedó en suspenso después de que los gobiernos de ambos países convocaran ese día una reunión de alto nivel para tratar de solucionar la crisis.
El pasado jueves, los dos países intercambiaron disparos de artillería y los dos ejércitos fueron movilizados.
El pueblo de la tregua
Las conversaciones se han desarrollado en la localidad fronteriza de Panmunjon, donde fue firmado en 1953 el armisticio y alto el fuego provisional entre los dos países que continúa vigente más de medio siglo después a falta de un tratado de paz.
Las maratonianas sesiones de diálogo que permitieron un acuerdo ya en la madrugada del martes (tarde del lunes en la España peninsular) han estado protagonizadas por cuatro de los altos cargos más influyentes de Seúl y Pyongyang.
Frente a Kim Kwan-jin, que impuso en 2010 duras sanciones al Norte tras dos ataques militares --entonces como ministro de Defensa-- se sentó Hwang Pyong-so, vicemariscal y director del buró político del Ejército Popular de Corea del Norte, considerado "número dos" del Estado comunista, informa Efe.
Por su parte, Hong Yong-pyo y Kim Yang-gon son respectivamente los máximos responsables de las relaciones intercoreanas de Sur y Norte.