Nueva jornada de pérdidas en las Bolsas chinas, mientras otros mercados asiáticos frenan el desplome
- La Bolsa de Shanghai lidera las caídas y se hunde un 7,63%
- En Japón, el índice Nikkei ha terminado con una caída del 3,96%
- El índice bursátil surcoreano sube al cierre un 0,92%
Jornada mixta en las Bolsas chinas y asiáticas: mientras los principales mercados han mantenido los números rojos, profundizando el desplome del día anterior, los parqués más pequeños han tratado de desligarse de las caídas y han logrado recuperar algo del terreno perdido el lunes negro que desató el pánico de los mercados de valores de todo el mundo. Tras una apertura en picado en los principales parqués asiáticos, los descensos se han ido moderando durante la sesión, para cerrar con caídas algo menores a las iniciales y, en algunos casos, incluso con subidas.
La Bolsa de Shanghai, la mayor de China, ha liderado las pérdidas del continente y ha cerrado la sesión con una caída del 7,63%. Con este descenso, ha quedado por debajo del nivel de los 3.000 puntos, algo que no sucedía desde diciembre de 2014.
Estas pérdidas se suman al 8,49% que se dejó el lunes y al descenso del 11,54% acumulado durante la semana pasada, con lo que ha perdido un 40% de su valor, todo lo ganado desde enero.
El segundo mercado bursátil del país, Shenzhen, ha cedido un 7% al final de la sesión.
Sin embargo, el índice Hang Seng de Hong Kong ha logrado terminar con una subida del 0,72%, tras una jornada muy volátil en la que recuperó parte de lo perdido este lunes, cuando cedió un 5,17%.
Después de este resultado bursátil, el banco central de China ha señalado este martes que ha inyectado 150.000 millones de yuans (20.300 millones de euros) en el sistema financiero a través de operaciones regulares para calmar las tensiones de liquidez. Se trata de la mayor intervención de este tipo desde enero del año pasado.
En un comunicado publicado por la agencia oficial Xinhua, el instituto emisor explica que la reducción de la liquidez disponible en el mercado, causada por la devaluación del yuan, ha hecho necesaria esta intervención. Horas después, el banco central anunciaba otras medidas, como una nueva bajada de tipos de interés.
Reacción mixta en Asia
Las caídas chinas se han extendido a Japón, donde la Bolsa de Tokio ha cerrado con una caída del 3,96%, en una sesión muy volátil.
El parqué tokiota abrió con fuertes pérdidas y alcanzó su peor nivel intradía en casi seis meses lastrado por las agudas caídas registradas en la víspera en Wall Street y en las principales Bolsas europeas, así como por la apreciación del yen frente al dólar.
El selectivo Nikkei consiguió recuperarse a media sesión, hasta llegar a subir casi un 2%, antes de volver a caer bruscamente durante la segunda mitad de la negociación.
Este lunes, el índice Nikkei cerró con una bajada del 4,61%, el mayor descenso en una sola sesión desde junio de 2013.
Este martes, el Gobierno japonés ha expresado su preocupación por la "brusca" subida del yen frente al dólar derivada de la situación de China, una apreciación que podría perjudicar a la economía nipona tras la reciente contracción de su producto interior bruto (PIB).
"Creo que el movimiento [del yen] ha sido brusco, y esto significa que tendremos que continuar observando con detenimiento las evoluciones del mercado", ha afirmado el ministro nipón de Finanzas de Japón, Taro Aso.
En Corea del Sur, el principal índice bursátil, el Kospi, ha terminado con una subida del 0,92%.
Subidas en Australia y Europa
En Oceanía, el mercado bursátil australiano ha acabado la jornada con una subida del 2,72%, liderado por el sector financiero, que ha ganado más de un 4%.
En Europa, los mercados bursátiles también han dejado atrás las pérdidas del día anterior y han finalizado la sesión del martes con fuertes alzas, superiores al 3%.
Por otro lado, también las materias primas han comenzado la jornada con un leve repunte, tras las caídas de la víspera. Así, el precio del barril de petróleo Brent se cotizaba a 43,02 dólares al inicio de la sesión en Londres, un 0,77% más que al cierre del lunes.
El lunes, las pérdidas de las Bolsas chinas, las mayores de los últimos ocho años, se extendieron a los mercados de toda Asia, a los europeos y, finalmente, a Wall Street y las Bolsas latinoamericanas.
Este comportamiento se explica, según la consultora bursátil Aurel BGC, porque "aunque la ralentización de la economía china es indiscutible, por contra, el escenario de un aterrizaje brusco es mucho más hipotético". Así, prevé un rebote a corto plazo de los índices europeos y americanos.
Los analistas insisten en que se trata de relativizar las problemas ligados al comportamiento de las Bolsas chinas. "Ha habido una reacción excesiva de los inversores a los riesgos económicos en China", subrayan los expertos de Capital Economics.
Pánico de los inversores chinos
Las Bolsas chinas comenzaron a mediados de junio un proceso de corrección, después de que sus cotizaciones crecieran más de un 150% en los 12 meses previos. Así, desde el comienzo del verano, han visto esfumarse más de un tercio de su valor, con las consiguientes pérdidas para los inversores chinos que, en el 80% de los casos, son pequeños ahorradores.
Los analistas atribuyen esta larga racha de pérdidas a las dudas sobre la marcha de la economía del país, la segunda mayor del mundo, producidas por los datos macroeconómicos mediocres de los últimos meses.
Además, en las últimas semanas se está registrando una intensa salida de capitales, después de la devaluación del yuan de comienzos de este mes, con la que Pekín busca estimular las exportaciones y, con ello, su crecimiento.
"Los inversores están aterrorizados y no se atreven a comprar -tampoco las acciones con bases económicas sólidas y precios atractivos- porque ignoran hasta dónde va a hundirse el mercado", ha señalado a France Presse Zhang Qun, analista de la consultira bursátil Citic Securities. Hay que recordar que más del 80% de la inversión bursátil china procede de pequeños ahorradores.
Después de varias intervenciones de las autoridades económicas chinas para tratar de estabilizar las Bolsas -especialmente, a través de compras masivas de acciones por parte de organismos públicos-, los inversores temen que ese apoyo pueda retirarse de forma prematura.
"Los inversores tienen pánico y venden por todas partes. Han perdido por completo la confianza y hay todavía margen para que el mercado se hunda más", ha adelantado a Bloomberg Wei Wei, analista de Huaxi Securities.
Estallido de una triple burbuja
Según el departamento de análisis de Bankinter, el ajuste en las Bolsas asiáticas "es serio" y responde al estallido de una triple burbuja china: la del crédito, la inmobiliaria y la bursátil. "No se trata de un ajuste de mercado de corto plazo, sino de algo más serio", adelantan.
Los expertos de este banco afirman que el modelo de crecimiento chino "no es sostenible en el tiempo", por lo que parece que ha llegado el momento del ajuste. En este sentido, explican que China ha empleado todas las medidas de política monetaria a su alcance, tanto ortodoxas como no ortodoxas, para reconducir la situación, pero no ha dado resultado.
Todo lo contrario opina el banco HSBC, que considera que el Gobierno chino tiene un amplio margen para impulsar el crecimiento económico, recurriendo a estímulos fiscales y monetarios.
"Los legisladores chinos tienen aún suficiente munición tanto en el frente monetario como en el fiscal", indican en un comunicado los analistas de HSBC Qu Hongbin -economista jefe del banco en China- y Julia Wang, quienes aseguran que "el mercado está preocupado por muchas cosas, pero que se le agoten las opciones a China no debería ser una de ellas".
Por su parte, el director de Producto en Asia de Fidelity, Matthew Sutherland, ha explicado que el mercado chino ha caído en los últimos días ante la evidencia de la desaceleración económica, reflejada en indicadores como las ventas de automóviles o el uso de electricidad.
También atribuye el desplome a que el programa de reformas puesto en marcha "parece estar tropezando en un par de áreas", entre ellas lel fomento de la competencia y la reducción del intervencionismo. Por último, apunta a que la decisión de devaluar el yuan o renminbi se ha percibido por algunos analistas "como una debilidad" procedente de la necesidad de estimular las exportaciones.
Así, precisa que el consenso del equipo de inversiones asiático de Fidelity ha llegado a la conclusión de que el crecimiento chino se está desacelerando, pero no parando.
Recuerdan que el programa de reformas continúa adelante pese a los baches, y avanzan que probablemente se produzca pronto una mayor relajación monetaria que ayude al país en la última recta del año. Asimismo, precisan que la intervención en los mercados de capitales ha sido desordenada, pero no indica que haya un desastre económico.
Mientras, el gestor de fondos FF Japan smaller companies Fund y FF Japan advantage Fund de Fidelity, Jun Tano, afirma que pese a que la desaceleración de china es una noticia "claramente negativa", no aparecerá una recesión global en el futuro siempre que la economía de EE.UU. continúe estable.
Respecto a Japón, Tano considera que aunque los riesgos de bajada en las bolsas seguramente continúen, el mercado nipón se encuentra en una fase de consolidación más que de caída. "Las ganancias corporativas tienen un buen soporte, las valoraciones son atractivas y las firmas japonesas están respondiendo bien a las llamadas para un mejor gobierno corporativo", agrega, al tiempo que subraya que esta corrección trae consigo oportunidades positivas.