Las Bolsas chinas cierran con pérdidas una jornada muy volátil, marcada por las últimas medidas del banco central
- Shanghái cae un 1,27% en una sesión que empezó con un subida del 1,19%
- El supervisor bursátil chino investiga la actuación de varias casas de valores
- El regulador recortó los tipos de interés y redujo la reserva exigida a la banca
- Tokio se calma y cierra con un alza del 3,2%, pero Europa cierra con pérdidas
Las medidas del banco central chino para tratar de frenar la sangría en las Bolsas sólo han logrado mitigar las pérdidas bursátiles en el país, debido a que los inversores creen que se necesitan aún más medidas para estabilizar el crecimiento del gigante asiático. La Bolsa de Shanghái, la mayor de China, ha caído un 1,27%, menos que en días anteriores. Las dudas sobre la solidez de las bases económicas de China no se han despejado completamente, y la jornada ha estado marcada por una elevada volatilidad que ha conducido a una apertura negativa en los mercados europeos.
El regulador chino anunció el martes una rebaja de un 0,25% en el tipo de interés de referencia para los préstamos -hasta dejarlo en un 4,6%- y otra reducción de los tipos de los depósitos a un año, que quedan en el 1,75%. Además, aprobó la disminución de las reserva de capital exigidas a los bancos -que ahora será del 18%-, en un intento de aumentar la circulación de dinero cuando se ha producido un descenso de liquidez debido a la salida de capitales que ha seguido a la reciente devaluación del yuan.
De hecho, este miércoles el banco central ha vuelto a inyectar liquidez en el sistema bancario del país. Ha proporcionado 140.000 millones de yuanes (unos 18.950 millones de euros) a través de préstamos a corto plazo con vencimiento a seis días y un interés del 2,3%.
La última vez en que el banco central realizó una inyección a través esta fórmula fue en enero pasado, ya que las recientes operaciones -como las de esta semana o las de julio pasado- se ejecutaron mediante repos, es decir, acuerdos por los que se venden valores condicionados a un compromiso de recompra posterior.
La Bolsas chinas -que dispararon su valor un 150% en los 12 meses previos a junio pasado- ya han perdido todo lo ganado este año y se sitúan en los niveles de diciembre pasado. Ante esa situación, el primer ministro chino, Li Keqiang, ha tratado de transmitir tranquilidad a los mercados: ha asegurado que su país cumplirá con los objetivos económicos fijados por su Gobierno y que habrá nuevas reformas.
Una sesión de montaña rusa
Pese a todo ello, la volatilidad ha marcado la sesión en los mercados de China, donde se ha pasado rápidamente de pérdidas a ganancias, aunque con porcentajes modestos.
El índice general de Shanghái ha terminado la sesión de este miércoles con una caída del 1,27%, después de haber registrado un alza del 1,19% en la apertura.
Shenzhen, el segundo mercado bursátil y donde dominan los valores tecnológicos, ha comenzado también con alzas que se han esfumado a lo largo de la jornada, que ha concluido con una caída del 2,92%.
El retroceso ha sido menor en la Bolsa de Hong Kong, que técnicamente no se considera china, pero que está conectada parcialmente a la de Shanghái. Allí, la evolución de la sesión ha sido distinta: el índice Hang Seng ha abierto con pérdidas que, a media sesión, se habían convertido en un aumento del 0,15%, y ha terminado perdiendo un 0,7%.
La opinión generalizada entre inversores y analistas es que las medidas monetarias del banco central serán insuficientes para relanzar de verdad la actividad económica, las inversiones y el consumo, a no ser que el Gobierno chino realice intervenciones fuertes adicionales mediante el impulso del gasto público.
"Hace falta disipar el exceso de pesimismo y restaurar la confianza. Se necesitarán medidas de apoyo adicionales en las próximas semanas y próximos meses", ha explicado a Bloomberg Frederic Neumann, economista de HSBC en Hong Kong.
Tokio respira, las Bolsas europeas caen
En el resto de Asia sí se ha apreciado cierto alivio. La Bolsa de Tokio ha cerrado con una subida del 3,20%, después de seis sesiones de pérdidas.
También ha recuperado algo del terreno perdido el indicador Kospi del mercado surcoreano, que ha terminado la jornada de este miércoles con una ganancia del 2,57%.
Para tratar de calmar a los inversores en su país, el Gobierno de Corea del Sur ha anunciado que reforzará las medidas de control de la Bolsa de Seúl para frenar el impacto de crisis como la desatada en los últimos días desde China.
"El Ejecutivo va a actuar ante los cambios bruscos que tengan lugar en el exterior y para estimular el mercado financiero nacional, de modo que pueda soportar mejor las sacudidas externas", ha afirmado el ministro surcoreano de Finanzas. Choi Kyung-hwan ha admitido que la ralentización económica china y la posible subida de tipos de interés en Estados Unidos "son factores de riesgo" para la economía nacional, pero ha llamado a la "calma", ya que a su juicio, la reacción de la Bolsa surcoreana ante esas circunstancias ha sido "excesiva".
El alivio notado en Asia no ha llegado a Europa, donde las Bolsas han abierto con caídas, resaca también de las fuertes subidas del martes.
En Madrid, el IBEX 35 ha cerrado la sesión con una caída del 1,29%. Mayores retrocesos se han registrado en París (con un descenso del 1,40% del CAC 40) y Londres (donde el FTSE 100 ha cedido un 1,68%). El DAX de Fráncfort, por su parte, ha caído un 1,29%.
"Esto no ha terminado todavía. Aunque las medidas de política monetaria adoptadas por el banco central chino han contribuido a calmar la situación este martes, la percepción de riesgo en los mercados financieros internacionales sigue siendo alta", han advertido los analistas del banco alemán Commerzbank.
Investigación abierta a varias casas de valores
Por otra parte, las autoridades chinas están investigando a cinco empresas de corretaje, entre ellas una de un banco estatal, por posibles irregularidades durante la reciente caída de las Bolsas. Entre las casas de valores investigadas figura Huatai Securities, la mayor del sector en China por volumen de negocio.
Cuatro de las consultoras han anunciado que han recibido notificaciones de la Comisión Reguladora de Valores de China en las que se les indica la apertura de la investigación por las sospechas de que no habían verificado adecuadamente la identidad de sus clientes.
Además, la agencia estatal Xinhua ha informado de que ocho empleados de Citic Securities, parte del conglomerado financiero estatal Citic, son también objeto de una investigación por su presunta implicación en la compraventa ilegal de valores.
Sin embargo, el organismo oficial de supervisión de los mercados financieros no ha emitido ninguna información sobre esta investigación.
Las autoridades bursátiles ya investigaron la labor de estas casas de valores a principios de julio, cuando se produjo el primer batacazo de las Bolsas chinas, que perdieron un tercio de la cotización ganada en la burbuja creada desde mediados de 2014.
De hecho, el punto de inflexión que cambió el rumbo de los mercados chinos el mes pasado fue, precisamente, el anuncio de la apertura de una investigación policial sobre las prácticas especulativas en los parqués. Tras esa decisión, las Bolsas del país remontaron y recuperaron parte de lo perdido, aunque luego volvieron a caer a finales de mes.
Esas primeras investigaciones acabaron con la suspensión de una treintena de cuentas de inversión, según comunicaron semanas después las autoridades chinas.
Asimismo, con el objetivo de reducir la volatilidad, el regulador bursátil prohibió los préstamos marginales -concedidos por las empresas de corretaje a sus clientes para que inviertan en Bolsa- para realizar ventas en corto (aquellas en las que se vende un activo financiero que se ha apalabrado pero no se posee, con la intención de recomprarlo posteriormente a un precio inferior).
En julio pasado, el Gobierno chino acompañó esas investigaciones de medidas de carácter económico para estabilizar el mercado y levantar el ánimo de los inversores, como inyecciones masivas de liquidez del banco central, restricciones a las ventas de los accionistas mayoritarios y la imposición de compra de acciones a varias empresas estatales.
La mayoría de esas medidas siguen en vigor, puesto que Pekín ha explicado que no considerará estabilizado el mercado hasta que la Bolsa de Shanghái recupere los 4.500 puntos y, después de las caídas de los últimos días, cotiza por debajo de los 3.000 enteros.