Dos nuevas obras de Joe Sacco, el maestro del cómic periodístico
- En Días de destrucción, días de revuelta se une al premio Pulitzer Chris Hedges
- Yonqui de la guerra recoge sus trabajos publicados en la serie Yahoo (1988-1992)
Joe Sacco (Malta, 1960) está considerado el mayor exponente del periodismo gráfico gracias a trabajos como Palestina, Gorazde: Zona Segura o El mediador, en los que utiliza el cómic para documentar las consecuencias de los conflictos bélicos en las personas. Y el año pasado estuvo en España para presentarnos La Gran Guerra (Reservoir Books), en la que recreaba la primera jornada de la batalla del Somme, una de las más sangrientas de la I Guerra Mundial
Y durante este verano nos han llegado dos obras suyas tan interesantes como esas que le han dado la fama mundial: Días de destrucción, días de revuelta (Planeta Cómic) y Yonqui de la guerra (ecc ediciones).
'Días de destrucción, días de revuelta'
Más que un cómic, Días de destrucción, días de revuelta (Planeta Cómic), es una recopilación de reportajes periodísticos del ganador del Premio Pulitzer, Chris Hedges, que en vez de llevar fotografías cuenta con las ilustraciones y algunas páginas de cómic de Sacco. Ambos nos muestran la vida cotidiana en los denominados Cuatro Centros de Pobreza de la América del Siglo XXI.
Hedges es un periodista estadounidense y corresponsal de guerra experto en América, Oriente Medio y los Balcanes. Es también conocido por ser autor de varios bestsellers entre los que figuran War Is a Force That Gives Us Meaning (2002) —finalista del premio National Book Critics Circle Award para libros de no ficción-.
En 2010 ambos quisieron conocer, de primera mano, cómo era la vida de las gentes normales de las llanuras occidentales de Estados Unidos y, para ello, emprendieron juntos un viaje por estas "regiones sacrificadas", vastos territorios estadounidenses consagrados a la explotación en aras de la economía, el progreso y el desarrollo tecnológico, donde las reglas del mercado campan a sus anchas.
Y lo hacen con el mismo punto de vista crítico que han mostrado a lo largo de su trayectoria profesional.Tanto es así que, tras su publicación en Estados Unidos en 2012, esta trabajo fue calificado de "polémico" y "agrio manifiesto" por parte de la prensa especializada. Y es que esta novela gráfica es, prácticamente, una llamada a la revolución.
Un viaje fascinante que comienza en las llanuras occidentales, tierras en las que los nativos americanos fueron masacrados. Después los autores nos trasladan a los antiguos núcleos de extracción y producción de carbón que impulsaron la revolución industrial, hoy ya agotados y en decadencia.
Prosiguen analizando las cada vez peores condiciones laborales en los campos de cultivo del país y acaban en Zuccotti Park, lugar en el que, el 17 de septiembre de 2011, se reuniron unos pocos cientos de activistas que fueron expulsados tras intentar un quijotesco intento de ocupar Wall street. Allí (según los autores) comenzó la revolución contra los abusos de un estado que cada vez permite mayores diferencias entre los ricos y los pobres.
"La despiadada búsqueda de beneficios genera un mundo en el que cualquier cosa o persona es prescindible", asegura Hedges en el prólogo del libro.
Por cierto que Planeta Cómic ha aprovechado este lanzamiento para reeditar dos de las obras más conocidas (y premiadas) de Sacco: Palestina y Gorazde: Zona segura.
'Yonqui de la guerra'
Frente a este trabajo de madurez destacamos la frescura y la experimentación de la que fue la primera obra relevante de Sacco: Yonqui de la guerra (ecc ediciones), en el que se recoge sus trabajos en la serie (autoeditada) Yahoo (1988-1992), y que son claves para comprender la evolución del autor. El propio Sacco considera que estos cómics son la génesis de los trabajos periodísticos que le han hecho famoso en todo el mundo.
Cómics que se sitúan a medio camino entre el diario de viajes underground, la autobiografía satírica, la reflexión histórica y la denuncia. Pero en donde ya se intuye su condición de pionero del periodismo gráfico. Y su preocupación por la integridad y la ética profesional que tanto se echa de menos hoy en día.
Podemos estar o no de acuerdo con los razonamientos de Sacco, pero os aseguro que debatirlos es muy complicado, porque su trabajo es impecalbe.
En la primera de las historias acompañamos al autor durante la gira de una banda de punk. Pero enseguida se centrará en los conflictos bélicos, ilustrando los recuerdos de su madre como superviviente de la II Guerra Mundial (la invasión de Abisinia por parte de Mussolini), reflexionando sobre el tratamiento mediático de conflictos bélicos, y confesando los sentimientos ambivalentes provocados por su condición de espectador y cronista…
En el apartado gráfico, Sacco todavía busca su estilo y en estas historias es más caricaturesco, más salvaje y satírico, claramente influido por el underground norteamericano y, sobre todo, por Robert Crumb. Influencias que todavía le acompañan hoy en día.
En el cómic ya está presente una de las características que hace grande la obra de Sacco, su interés por las personas, por esa gente que tiene nombre y apellidos y a la que otros autores reducen a números y cifras.
Y es que, a pesar de haber trabajado durante tantos años en zonas de conflictos bélicos, Sacco no se ha vuelto insensible al sufrimiento humano, como nos pasa a nosotros cuando vemos desgracias que sucenden en otros países.
Dos obras imprescindibles que muestran que, a pesar de ser periodísticas, la obra de Sacco no tiene fecha de caducidad, como les pasa a los periódicos.