Los españoles vivimos más años, pero con más achaques
- La esperanza de vida en España ha aumentado desde los 77 años en 1990 hasta los 81,7 en 2013
- La esperanza de vida mundial ha aumentado en más de seis años en las últimas décadas
La esperanza de vida global ha aumentado en más de seis años en las últimas décadas, aunque también se ha incrementado el tiempo en el que las personas conviven con enfermedades y discapacidades, según un estudio publicado en la revista The Lancet.
La expectativa de vida en el mundo era en 2013 de 71,5 años para ambos sexos, 6,2 más que en 1990, mientras que la esperanza de una vida saludable, sin sufrir problemas de salud graves, creció en ese mismo periodo 5,4 años -de 56,9 años a 62,3-.
En cuanto a la población española vive cada vez más, pero también vive más años enferma y con dolores: la esperanza de vida en España ha aumentado desde los 77 años en 1990 hasta los 81,7 en 2013, mientras que la esperanza de vida saludable, con ausencia de enfermedad, lo ha hecho desde los 66,4 a los 70,1 años.
“Es una buena noticia el hecho de que la esperanza de vida de los españoles esté aumentando, pero a la vez está aumentando la pérdida de salud por enfermedades o achaques ligados a la edad“, ha dicho a Efe Alberto Ortiz, vicedecano de investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid y coautor del estudio en el que se recogen estos y otros datos de un total de 188 países.
La eficacia de la dieta mediterránea
Los resultados, para los que se han tenido en cuenta 306 enfermedades, varias estadísticas y se han aplicado algoritmos, se publican en la revista The Lancet, la cual coloca a España en 2013 en el puesto 13 en cuanto a esperanza de vida (con Andorra en primer lugar, Japón en segundo, Argentina el 63 y Brasil el puesto 78).
En esperanza de vida saludable España está en el puesto 10 (primero Japón y Singapur; Argentina está el 54 y Brasil el 85). En España, los hombres viven de media 78,97 años, 68,40 de ellos en condiciones saludables, mientras que las mujeres viven 84,43 años, sin problemas graves de salud durante 71,83 de ellos.
En estos dos ránkings, España no es el único país mediterráneo que aparece en los puestos de arriba, también están Italia, Malta, Chipre o Francia. Según Ortiz, en la influencia de la dieta mediterránea y en la ingesta de pescado podría estar la explicación.
La esperanza de vida global ha aumentado en 6,2 años de media
Los datos globales muestran que la esperanza de vida global al nacer ha aumentado en ambos sexos en 6,2 años de media en todo el mundo (de 65,3 en 1990 a 71,5 en 2013), mientras que la esperanza de vida saludable lo ha hecho en 5,4 años (de 56,9 a 62,3 en 2013).
La esperanza de vida saludable no ha experimentado un aumento tan drástico como el de la esperanza de vida y, como resultado, la población vive más años con enfermedades y discapacidades.
Este hecho se observa especialmente en el caso de España, según este estudio: el aumento de la esperanza de vida en hombres desde 1990 (5,7 años) fue mayor que el de las mujeres (3,8 años).
Sin embargo, en el caso de la esperanza de vida saludable, el incremento fue menor: los hombres ganaron 4,5 años y las mujeres, 2,9 años. La esperanza de vida de las mujeres en España todavía supera la de los hombres: 84,4 años, frente a los 79 de los hombres.
Japón es el país del mundo con una mayor expectativa de vida saludable
El avance en el número de años que pueden vivir las personas en el conjunto del planeta se ha producido en gran medida gracias al descenso de la mortalidad en enfermos de VIH y malaria en la última década, así como por los avances en el tratamiento de desórdenes durante el embarazo, en neonatales y en nutricionales.
Si bien el aumento en la esperanza de vida es una realidad en la mayoría de países del mundo, en naciones como Botsuana, Belice y Siria, el número de años que viven como media sus ciudadanos sin enfermedades graves era similar en 1990 y 2013.
En otros países, entre ellos Suráfrica, Paraguay y Bielorrusia, la esperanza de vida saludable decreció en los 23 años previos a 2013.
En Nicaragua y Camboya, en cambio, las personas viven con buena salud una media 14,7 y 13,9 años más, respectivamente, que en 1990.
Japón es el país del mundo que registró en 2013 una mayor expectativa de vida saludable: los hombres viven allí de media 71,11 años saludables (80,05 años en total), mientras que las mujeres permanecen sanas una media de 75,56 años, con una esperanza de vida de 86,39 años.
Tras Japón, la lista de los países con mayor esperanza de vida saludable la componen Singapur; Andorra; Islandia; Chipre; Israel; Francia; Italia; Corea del Sur y Canadá. En cambio, Lesoto es la nación en la que sus ciudadanos viven de media menos años saludables: 40,06 años los hombres y 44,01 las mujeres.
Suazilandia; la República Centroafricana; Guinea-Bisáu; Zimbabue; Mozambique; Afganistán; Chad; Sudán del Sur y Zambia completan la lista de los países con menor esperanza de vida saludable.
Las principales causas de la pérdida de salud en España
Otra de las cosas que hace este estudio es establecer las principales causas de pérdidas de salud.
En España, las causas principales en 2013 fueron lumbalgia, dolor cervical, cardiopatía isquémica, diabetes, enfermedades cerebrovasculares, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), alzhéimer, trastornos depresivos, cáncer de pulmón, enfermedades de los órganos de los sentidos, como la pérdida de visión, sordera parcial y caídas.
La lumbalgia, el dolor cervical, la cardiopatía isquémica, las enfermedades cerebrovasculares y las EPOC se encontraban entre las causas principales de pérdida de salud en todo el mundo.
Las causas de pérdida de salud difieren según el género también en España.
En el caso de los hombres, las causas principales fueron cardiopatía isquémica, lumbalgia, dolor cervical, cáncer de pulmón, diabetes y las EPOC.
En el caso de las mujeres, lumbalgia, dolor cervical, cardiopatía isquémica, diabetes, trastornos depresivos y alzhéimer.
“No es suficiente para los españoles vivir más, queremos tener vidas más largas pero también más saludables. Identificando las enfermedades que causan la mayor pérdida de salud seremos capaces de diseñar intervenciones que aborden con mayor eficacia estas dolencias”, según indica Ortiz en una nota del Instituto para la Medición y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington, que dirige esta investigación.
El estudio también examina el papel que desempeña el estatus sociodemográfico a la hora de determinar la pérdida de salud: este estatus representa más de la mitad de las diferencias observadas entre países, aunque con menos intensidad en diabetes y enfermedades cardiovasculares.