Detenidos ocho butroneros por robar un millón de euros en 29 establecimientos de Baleares
- Cinco de los detenidos han sido interceptados en una lancha en alta mar
- En un solo asalto lograron un motín de joyas valoradas en 500.000 euros
- Los detenidos utilizaban el oxicorte, un sistema que alcanza los 4.000ºC
La Guardia Civil y la Policía Nacional han detenido a ocho personas como presuntos autores de 29 robos con fuerza mediante el método del butrón en los que supuestamente habrían sustraído un millón de euros en joyas y dinero en efectivo en distintos establecimientos de las Islas Baleares.
La operación comenzó cuando en Mallorca salta la alerta de que un grupo de seis personas ha podido cometer tres robos en diferentes establecimientos de una famosa cadena hostelera.
En uno de estos asaltos, la policía local de la isla consiguió atrapar a uno de los supuestos butroneros. Mientras que los otros cinco conseguieron huir por mar. Es entonces cuando agentes de la Policía Nacional y Guardia Civil interceptaron una lancha con cinco personas a bordo con rumbo a Ibiza.
Los presuntos butroneros al percatarse de la presencia de la policía arrojaron al mar una maleta, que finalmente fue recuperada por los agentes y que contenía 1.200 euros en monedas. En ese mismo momento, las cinco personas fueron detenidas como principales sospechosos de los robos. Además, han arrestado a otras dos en Ibiza. Los investigadores creen que en un único asalto pudieron sustraer joyas valoradas en 500.000 euros.
Entre los objetos incautados en cinco registros realizados por la policía había 150.000 euros en efectivo y dos proyectiles de artillería.
Se hacían pasar por operarios de revisiones
La organización utilizaba una empresa, propiedad de dos hermanos detenidos, mediante la que realizaban inspecciones de seguridad a otras sociedades, principalmente hoteles, restaurantes, discotecas y compañías de alquiler de coches con el objetivo de obtener información.
Los detenidos, con documentación falsa, se hacían pasar por operarios para simular revisiones en las empresas que posteriormente iban a robar. De esta manera, investigaban los sistemas de seguridad de las compañías.
En el momento de cometer el robo, los atracadores desactivaban las alarmas y accedían al interior del establecimiento a través de butrones que realizaban con el oxicorte, un sistema que alcanza los 4.000ºC. Una vez cometido el robo, huían en un vehículo también robado al que le habían cambiado las matrículas por otras de un modelo idéntico.