El BCE, listo para extender el programa de compra de deuda más allá de septiembre de 2016 "si fuera necesario"
- Empeora la perspectiva de inflación en la eurozona, que será del 0,1% en 2015
- Rebaja la previsión de crecimiento de la zona euro para los próximos tres años
- El motivo, el deterioro de las economías emergentes y la evolución del petróleo
- El BCE mantiene los tipos en el mínimo histórico del 0,05% desde hace un año
El Banco Central Europeo (BCE) podría extender el programa de compra de deuda "en caso de que fuera necesario" si los "renovados riesgos a la baja" -en concreto, la ralentización de las economías emergentes (sobre todo la de China) y la caída del precio del petróleo- afectan a la inflación y a la recuperación de la zona euro.
"Es prematuro saber si estos acontecimientos pueden tener un efecto duradero sobre los objetivos de inflación o si es una situación transitoria", ha asegurado el presidente del organismo, Mario Draghi, quien ha insistido que el BCE está dispuesto a tomar "todas las medidas necesarias" y que "el programa de compras de deuda es flexible en términos de tamaño, composición y duración".
"No hay límites especiales en cuanto a las posibilidades que tiene el BCE sobre la política monetaria", ha dejado claro el presidente del BCE, que ha puesto como ejemplo la modificación de uno de los parámetros a tener en cuenta: ha aumentado del 25% al 33% el límite de deuda pública que puede comprar de cada emisión con el objetivo de mejorar el funcionamiento del programa.
No obstante, Draghi ha reconocido que en la reunión de este jueves no se ha discutido la ampliación del programa y que nadie del Consejo de Gobierno lo ha pedido.
"El programa seguirá en funcionamiento hasta que se haya producido un sustancial ajuste en la senda de la inflación", ha rematado el banquero italiano, antes de informar de que el Banco Central Europeo ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento e inflación para la eurozona.
Rebaja las previsiones de crecimiento y empeora las de inflación
"El organismo espera que la recuperación económica siga adelante a un ritmo más débil", ha dicho Mario Draghi. En concreto, las nuevas previsiones del BCE contemplan un crecimiento del PIB de la eurozona del 1,4% este año, una décima menos de lo esperado en junio.
El supervisor espera para 2016 una expansión del 1,7%, dos décimas menos que el anterior pronóstico. A más largo plazo, el BCE prevé que la economía de la zona euro crezca en 2017 a un ritmo del 1,8%, dos décimas por debajo de la expansión prevista en junio.
Estas peores expectativas de crecimiento se deben, según Mario Draghi, a la caída de la demanda externa y el crecimiento más débil estimado para los países emergentes.
“La recuperación económica seguirá adelante, pero un ritmo más débil“
En cuanto a la evolución de los precios, el BCE espera que la inflación de la eurozona cierre 2015 en el 0,1%, por debajo del 0,3% augurado en junio. Mario Draghi ha reconocido que podrían volver a verse tasas negativas este año, algo que se deberá esencialmente a "efectos temporales vinculados al precio del petróleo".
"La inflación subirá en 2016 y 2017 por la recuperación económica, por la depreciación del euro y por unos precios del petróleo más altos", ha asegurado Draghi. En concreto, para 2016 prevé que repunte un 1,1%, cuatro décimas menos que su anterior pronóstico. De cara a 2017, los nuevos pronósticos del BCE apuntan a un incremento de los precios del 1,7%, frente al 1,8% anticipado el pasado mes de junio.
Todas estas previsiones fueron realizadas en base a datos tomados antes del 12 de agosto y no han tenido en cuenta los últimos acontecimientos, como las dudas sobre China, que plantea "riesgos a la baja para las propias proyecciones". "Estamos observando un debilitamiento de las perspectivas de la economía china", ha señalado Draghi, para quien esto tiene dos efectos: por una parte debilita las economías del resto del mundo y por otra, rebaja la confianza en los mercados financieros.
El crédito mejora en España, Italia y Francia
Sobre la política monetaria del BCE, Draghi ha asegurado que "funciona" y ha puesto como ejemplo que el crédito ha mejorado en países con problemas como España, Italia y Francia. Y ha añadido que se han reducido los diferenciales del coste del crédito.
Por otra parte, el consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decido mantener los tipos de interés del euro en el mínimo histórico del 0,05%, nivel en el que se encuentran desde hace un año.
El organismo, además, ha dejado el tipo de interés aplicable a la facilidad de depósito en el -0,20% (lo que cobra a los bancos por guardar su dinero) y el tipo de interés aplicable a la facilidad marginal de crédito en el 0,30%, por la que presta dinero a los bancos durante un día.
Además, el presidente del BCE ha confirmado que el organismo ha vuelto a rebajar el tope de liquidez de emergencia concedido a los bancos griegos, hasta los 89.100 millones de euros. También ha asegurado que aún no se dan las condiciones para que el organismo compre bonos griegos en el mercado secundario, algo que no puede ocurrir mientras se esté revisando si se se cumple un programa (de rescate). Draghi ha asegurado que antes debe haber un análisis de sostenibilidad de la deuda.