Prisión para una funcionaria de EE.UU. que rechaza registrar matrimonios homosexuales
- El Supremo dictaminó en junio que es un derecho constitucional
- La funcionaria de Kentucky seguía resistiéndose alegando su fe cristiana
Un juez federal de EE.UU. ha ordenado el envío a prisión de una funcionaria del estado de Kentucky que se ha negado a dar licencias de matrimonio a parejas homosexuales pese a que el Tribunal Supremo legalizó ese tipo de uniones en todo el país en junio.
El juez David L. Bunning ha ordenado encarcelar a Kim Davis, que justifica su rechazo por sus convicciones cristianas.
"El tribunal no puede consentir la desobediencia de una orden emitida legalmente", argumentó el juez al considerar que una multa no sería suficiente para disuadir a la funcionaria y dictaminar que debe permanecer en custodia policial.
Antes de la audiencia, más de 100 personas se concentraron ante la corte federal de Kentucky que lleva el caso para manifestar su apoyo o rechazo a la actitud de Davis.
La funcionaria decidió dejar de emitir cualquier licencia de matrimonio en junio, cuando el Supremo falló a favor de la legalización de las uniones entre personas del mismo sexo en todo el país, una decisión que anuló la potestad de los estados para prohibir el matrimonio homosexual.
13 estados se resistían
El matrimonio homosexual se convirtió en un derecho constitucional en Estados Unidos, lo que obliga a los 13 estados que entonces todavía lo prohibían, entre ellos Kentucky, a permitir que las personas del mismo sexo puedan casarse.
Cuando el gobernador de Kentucky, el demócrata Steve Beshear, ordenó a los juzgados emitir licencias de matrimonio a los homosexuales, Davis decidió interponer una demanda en una corte federal, con el argumento de que sus creencias religiosas la eximían de tener que cumplir con esa obligación.
Davis llegó hasta el Supremo, que el pasado lunes le ordenó que, de manera inmediata, comenzara a emitir licencias matrimoniales a todo tipo de parejas, homosexuales y heterosexuales, mientras la funcionaria sigue con el proceso legal en instancias judiciales inferiores, algunas de las cuales ya han rechazado su causa.
En una declaración divulgada por sus abogados esta semana, Davis defendió que no siente "hostilidad" hacia nadie ni actúa "con mala voluntad". "Para mí, esto nunca ha sido un tema de ser gay o lesbiana. Es sobre el matrimonio y la palabra de Dios", aseguraba.